El alcoholismo es una enfermedad crónica que puede tratarse efectivamente, pero solo si el alcohólico desea dejar de beber por su propia voluntad. Un tratamiento forzado rara vez tiene éxito a largo plazo y aún aquellos que se tratan voluntariamente a veces sufren recaídas. El alcoholismo causa problemas de culpa, vergüenza, enojo, inseguridad, delitos, dificultades económicas, abuso físico y trastornos mentales y de la comunicación, así como daños org