Este cuento infantil trata sobre un niño llamado Alfredo que no le gustaban las verduras y se negaba a comerlas. Un día Alfredo enfermó de gripe y el doctor le explicó que necesitaba comer sopa y vegetales para recuperar sus defensas. Aunque no quería, Alfredo probó la sopa de verduras hecha por su mamá y se sorprendió al descubrir que sabía delicioso. Desde entonces, Alfredo aprendió a apreciar las verduras y frutas porque entendió que le hacían bien.