Esta leyenda mexicana trata sobre Iztaccihuatl, la hija de un cacique de Tlaxcala que se enamoró de Popocatepetl, un guerrero. Cuando Popocatepetl pidió su mano, el cacique aceptó con la condición de que regresara victorioso de la batalla. Sin embargo, un rival inventó que Popocatepetl había muerto. Al enterarse, Iztaccihuatl murió de tristeza. Cuando Popocatepetl regresó y se enteró, ordenó construir dos montañas para colocar los cuerpos de ambos