Este pasaje bíblico describe cómo los "hijos de Dios" (ángeles) se unieron con las hijas de los hombres y engendraron una nueva raza de gigantes llamados nefilim. Esto contaminó la tierra y llevó a Dios a limitar la vida humana. Según el Libro de Enoc, los ángeles caídos enseñaron brujería a las mujeres y sus hijos gigantes devoraron a la humanidad. Por decreto divino, los espíritus de los gigantes muertos se convirtieron en demonios condenados a