La energía eólica se obtiene a partir del movimiento del viento, el cual es causado por las diferencias de temperatura en la atmósfera terrestre debido a la radiación solar irregular. El viento ha sido utilizado por miles de años para propulsar barcos y molinos de viento, siendo uno de los primeros usos documentados en el antiguo Egipto hace aproximadamente 3,000 años. Actualmente, la energía eólica se utiliza a gran escala en centrales eléctricas eólicas para generar electricidad de manera sostenible.