1. Annie Besant.
Fue sucesivamente católica, socialista, atea, masona, teósofa y política.
Annie Besant 1897
Annie Wood nació en 1847, en Londres, en una familia de clase media de origen
irlandés y a lo largo de su vida siempre estuvo orgullosa de ser irlandesa. Su
padre, médico, murió cuando ella tenía cinco años, dejando a la familia en una
difícil situación económica. Su madre no podía mantener a Annie y pidió a su
amiga Ellen Marryat -hermana del conocido escritor Capitán Frederick Marryat-que
se hiciera cargo de ella. Ellen se aseguró de que Annie tuviera una buena
educación, le inculcó un elevado sentido del deber para con la sociedad y la
confianza de que una mujer fuerte e independiente puede lograr lo que se
proponga. De joven, Annie viajó a Francia y Alemania para aprender idiomas.
Con diecinueve años se casó con el pastor anglicano Frank Besant, que poco
después se convirtió en vicario de Sibsey, en Lincolnshire, de forma que Annie se
trasladó allí con su marido. Tuvieron dos hijos: Digby y Mabel. Sin embargo, el
matrimonio fue un desastre. El primer conflicto surgió a causa del dinero y la
independencia de Annie. Ella escribía cuentos infantiles y artículos pero, según la
ley de aquella época, el dinero ganado por una mujer casada no era de ella sino
de su marido y Frank se quedaba con el de Annie.
Otro punto de desencuentro fue la política. Mientras Annie apoyaba la lucha de los
trabajadores agrícolas para crear sindicatos y mejorar sus condiciones laborales,
Frank era un ‘tory’ (conservador) y se alineó con los terratenientes. Annie cuenta
en su autobiografía que, como esposa de un pastor, trató de ayudar a los
feligreses de su marido que pasaban necesidad, pero finalmente llegó al
convencimiento de que para aliviar la pobreza y el sufrimiento, más allá de la
caridad lo que se necesita son profundos cambios sociales.
Comenzó a perder la fe católica que había tenido desde niña. Un día se negó a
comulgar y Frank la echó de casa. Annie regresó a Londres y formalizó su
separación. Ella quedaría al cuidado de su hija y su marido del chico. Sin
embargo, el divorcio legal era inaceptable para Frank y Annie permaneció para el
resto de su vida con el apellido Besant.
Annie Besant 1880
Una vez libre de su marido, Annie comenzó a cuestionarse no sólo sus creencias
religiosas, sino también la totalidad del pensamiento convencional. Empezó a
escribir textos criticando a las iglesias y la forma en que controlan la vida de las
personas. Siguió luchando por las causas que ella consideraba justas, como la
libertad de pensamiento, los derechos de las mujeres, el laicismo, el control de la
natalidad y los derechos de los trabajadores. Pronto empezó a ganar un salario
semanal por una columna que escribía para el National Reformer, el periódico de
la National Secular Society, asociación que tenía como objetivo un estado laico.
2. Se hizo gran amiga del secretario de dicha asociación, Charles Bradlaugh, un viejo
lobo de mar, ateo y republicano, que estaba separado de su esposa. En 1880
Bradlaugh había sido elegido representante por Northampton en la Cámara de los
Comunes, pero se negó a jurar sobre la Biblia y no se le permitió ocupar el sitial.
Editaron un libro sobre control de la natalidad, The Fruits of Philosophy, del que
era autor Charles Knowlton. Los tres fueron acusados de publicar un “libelo
obsceno”, con contenido “proclive a la corrupción moral de aquellos cuyas mentes
están abiertas a influencias inmorales” y fueron procesados. En el juicio
manifestaron en su defensa: “Pensamos que es más ético evitar la concepción de
los niños que matarlos después de su nacimiento, por falta de alimentos, aire y
vestidos”. Fueron condenados a seis meses de cárcel, aunque apelaron y
finalmente la causa fue anulada por defectos de forma. Durante este tiempo, Annie
y Bradlaugh tuvieron el apoyo de la prensa liberal.
No contenta con esto, Annie Besant decidió escribir su propio libro sobre control
de la natalidad, The Laws of Population, que The Times calificó de “lascivo, sucio,
indecente y obsceno”. En 1887, publicó, junto con Bradlaugh, “Why I Do Not
Believe in God”. Pero todo esto habría de costarle caro: Frank Besant logró
arrebatarle la custodia de su hija, alegando ante el juez la inmoralidad de Annie.
Se hizo amiga, y probablemente amante, de George Bernard Shaw, en esa época
uno de los líderes de la Sociedad Fabiana, de socialistas reformadores. Su
acercamiento al socialismo, la distanció de Bradlaugh, que era un individualista.
Por otra parte, desde 1884 Annie había desarrollado una estrecha amistad con
Edward Aveling, un joven profesor socialista que había traducido al inglés las
obras más importantes de Marx. Annie se enamoró de él, pero no fue
correspondida: Aveling se fue a vivir con Eleanor, hija de Carlos Marx. Sin
embargo, Edward Aveling tuvo gran influencia en el pensamiento de Annie en
aquella época.
Se mezclaron ideologías y sentimientos personales: Aveling y Eleanor estaban en
la Social Democratic Federation, de ideología marxista; Annie había entrado en la
Sociedad Fabiana. Cuando los dos primeros se fueron a la Socialist League, de
William Morris, Annie entró en la SDF. En este período, participó en numerosas
campañas y apoyó huelgas, como la de las trabajadoras de la fosforera o la de los
estibadores del muelle.
“Nunca olvides que la vida sólo puede ser inspirada y noble si te la tomas con
valor y gallardía, como una espléndida aventura en la que te encuentras
abandonado en un país desconocido para hacer frente a innumerables peligros,
disfrutar de muchas alegrías, conocer numerosos camaradas, ganar y perder más
de una batalla.” (Annie Besant)
La siguiente aventura de Annie fue ingresar en la masonería, en una logia
francesa en la que había igualdad entre hombres y mujeres, la International Order
of Co-Freemasonry, Le Droit Humain.
3. En un tiempo muy breve, Besant fundó nuevas logias: tres en Londres, tres en el
sur de Inglaterra, otras tres en el norte y el noroeste, e incluso organizó una en
Escocia. Annie continuó trabajando con tal ardor que pronto se formaron nuevas
logias en América del Sur, Canadá, India, Ceilán, Australia y Nueva Zelanda.
En 1889, le pidieron escribir una reseña para la Pall Mall Gazette sobre La
Doctrina Secreta, el libro de nuestra vieja conocida H.P. Blavatsky. Después de
leerlo, solicitó una entrevista con su autora, con la que se reunió en París. En su
autobiografía cuenta lo mucho que le impresionó la personalidad de HPB y su
célebre mirada. De su relación con Blavatsky surgió una nueva Annie Besant, la
teósofa, que fue abandonando las ideas socialistas y las organizaciones afines a
las que pertenecía.
Cuando Blavatsky murió en 1891, Annie se convirtió en una de las principales
figuras de la teosofía. En 1893 viajó por primera vez a Chennai, en India, donde
estaba la sede de Theosophical Society Adyar -una de las ramas en que se
escindió la Sociedad Teosófica original, tras la muerte de su fundadora-, a cuyo
frente estaba el coronel Henry Steel Olcott.
A su regreso a Londres conoció a otro eminente teósofo, el pastor anglicano
Charles W. Leadbeater, con el que formaría equipo y en los años siguientes
ambos firmarían conjuntamente varios libros. Según los teósofos, Leadbeater
poseía el don de la clarividencia, don que igualmente adquirió Besant.
Pero, a pesar de su clarividencia, Leadbeater no pudo adivinar que en 1906 se
descubrirían sus relaciones con varios adolescentes y que ello le valdría la
expulsión de la Sociedad Teosófica. No sirvieron de nada las buenas intenciones
que aseguraba tener: evitar que los jovencitos se acostaran con mujeres. Por
suerte para él, su amiga Annie Besant se convirtió en presidenta de la Sociedad y
en 1908 fue readmitido nuevamente.
A pesar de su militancia teosófica, Besant no había abandonado su actividad
política. Se unió al Partido del Congreso e intentó aplicar a India las tácticas de los
independentistas irlandeses, lo que le valió pasar por las cárceles británicas un par
de veces. En 1917 logró que hindúes y musulmanes se aliaran para pedir su
liberación, aunque la obtuvo por la mediación del presidente Wilson, de Estados
Unidos. Poco después fue elegida presidenta del Partido del Congreso.
Cuando surgió la figura de Mahatma Gandhi, Annie Besant y otros militantes del
partido lo abandonaron por discrepancias con el que sería líder indiscutible.
Annie Besant placa
Tampoco le fue demasiado bien en la Sociedad Teosófica: Krishnamurti, un joven
al que los teósofos querían proclamar mesías, decidió dejarles plantados y
emprender una brillante carrera como pensador y filósofo por cuenta propia.
4. Annie Besant murió en 1933. Fue incinerada y sus cenizas arrojadas al Ganges.
Una última curiosidad: algunos teósofos afirman que en vidas anteriores Annie
Besant fue Hipatia, la filósofa de Alejandría.
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