El documento describe las aplicaciones perversas de la ciencia y la tecnología durante la Edad Media, incluyendo instrumentos de tortura como el Toro de Falaris y la Pera de la Angustia, venenos como la Cantarella utilizada por la familia Borgia, y armas como las bombardas, ballestas y arcos. También analiza cómo algunas de estas aplicaciones continúan utilizándose hoy en día de forma legal e ilegal.