Un mandala es un símbolo sagrado que se representa como un círculo. Simboliza la totalidad y la unión del cosmos, la vida y el ser humano. Se ha usado en grupos espirituales por mucho tiempo para curar la fragmentación psíquica y espiritual, y para manifestar la energía creativa y reconectarse con uno mismo. Un mandala básicamente se compone de un centro y los cuatro puntos cardinales, aunque puede variar en color y diseño.