Las mandalas tienen su origen en la India y significan "círculo" en sánscrito. Representan la composición fractal del universo a través de diseños concéntricos que simbolizan la unidad y armonía. En el budismo, las mandalas se usan para ayudar en la meditación y conectar al creador con la divinidad, mientras que pintar mandalas hoy en día se usa como técnica de relajación.