El documento describe la arquitectura romana entre los siglos VI a.C. y IV d.C., influenciada por las culturas etrusca y griega. La arquitectura romana se caracterizó por su monumentalidad, funcionalidad y uso del arco y la bóveda. Algunas de las obras más relevantes fueron el Coliseo, el Teatro de Marcelo, el Panteón y las Termas de Caracalla. La arquitectura romana ha tenido una gran influencia en la arquitectura moderna.