1. EL ARTE DEL CUERPO
POR JORDANA AMARANTHA VÁZQUEZ ESPINOZA
“En las sociedades capitalistas, el Estado
y los medios masivos apoyan toda
actividad del capital, incluida la
comercial, y su difusión apunta más bien
a ganancias (o plusvalías) ideológicas
que legitiman la permanencia del sistema
político constituido. Para el efecto, el
Estado dispone de aparatos ideológicos,
cuyo funcionamiento es parte de la
política artística que se lleva a cabo en
todo país y que consta de la educación y
de la extensión artística". (Acha. 1984)
El arte, después de haber pasado por su etapa contestataria y revolucionaria
(expresión de las guerras y acontecimientos sociales de los años 60) entra en una
etapa donde se transforman varias vertientes al sentido capitalista; una máxima
expresión del orden anti-revolucionario y sumiso ante la necesidad de opacar a los
subversivos y desidiosos. No es de sorprenderse que el Estado, que es un aparato
opresor, intente dominar una fuerza emergente de luchadores artistas y sociales.
La contracultura se da a partir de la necesidad de romper con las violaciones de
los derechos humanos y de la necesidad de expresar las aberraciones del Estado.
Por tanto, se representa a partir de las necesidades más importantes de luchar
contra el poder y sus definiciones de arte al servicio del Estado.
El capitalismo atroz hace y provoca la creación o un cambio radical del arte por el
arte mismo, al arte comercial, que correspondía a la poca venta de sus
creaciones. El arte como comercio, es un arte que, en muchas ocasiones, son
tendenciosas y elaboradas en serie.
El uso del cuerpo se fue haciendo cada vez más violento y diverso; en 1964, el
performance de Carolee Schneemann: "Meat Joy" fue uno de los más
controversiales, donde los cuerpos de varias personas se rozaban de forma
violenta con pocas prendas íntimas. El happening de esta artista, invitó a una
reflexión acerca de la vida erótica y la cotidianeidad de la convivencia entre la
carne y lo sexual.
2. Nate Hill, artista actual, con su Trophy Scarves expresa mediante el cuerpo de
mueres blancas, la crítica se hace hacia la falsa idea de las mujeres de raza
blanca; destruyendo la superioridad de las mismas.
Diane Arbus, con sus fotografías inspiradas en la película “Freaks” de los años 30,
también mostró el cuerpo desde un punto de vista artístico y de belleza
extraordinaria. Dándole validez y un espacio único a las personas fotografiadas;
excluyendo así a la falsa idea de la belleza corporal común y comercial.