El documento discute los asesinos seriales y la tendencia humana a la violencia. Pregunta por qué los humanos marcan la historia con eventos destructivos en lugar de constructivos. También cuestiona si nuestro interés se ve atraído por lo poderoso y destructivo. La postura es que los asesinos seriales tienen trastornos mentales y deben ser tratados por especialistas en lugar de ser torturados. La conclusión es que clasificar criminales ayuda a comprender la naturaleza de sus actos y determinar su responsabilidad y castigo.