El hombre primitivo necesitaba alimentarse, protegerse del clima, defenderse de otras tribus y animales, y cazar para sobrevivir. Observaba su entorno para desarrollar ingenio y satisfacer estas necesidades. Inicialmente se alimentaba recolectando frutas y vegetales, pero luego elaboró lanzas para defenderse y cazar animales. Usaba sus manos para recolectar, y tallaba piedras y huesos para hacer armas como lanzas hechas de palos, huesos y piedras.