El Carnaval de Oruro tiene sus raíces en una leyenda de la época colonial sobre un ratero herido que fue encontrado muerto junto a una imagen de la Virgen de la Candelaria. Los mineros acordaron celebrar anualmente el día de la Virgen el sábado de Carnaval, disfrazándose de diablos para honrar a su patrona y representar la lucha del bien contra el mal. También acordaron componer canciones y villancicos especiales en su honor.