El documento describe cómo la creatividad puede usarse para combatir el bullying. Explica que el bullying es un comportamiento agresivo repetido que causa daño y puede ser verbal, físico o social. Luego describe cómo actividades creativas como el arte, la música, la escritura y el teatro pueden empoderar a las víctimas de bullying y fomentar la autoestima y la empatía. Finalmente, argumenta que al fomentar un entorno de creatividad y diversidad se puede cultivar una cultura de respeto y crear un mundo sin bullying.