2. “CONVIVIR PARA VIVIR”
Lo más doloroso
de los golpes al
alma es que no
suenan. Nos han
enseñado a voltear a
mirar la violencia
solo cuando hay
sangre.
El matoneo acaba,
muy temprano,
con la diversidad
que nos hace
ricos. Me preocupa
vivir rodeada de
adultos que “no
pudieron ser”.