Caperucita Morada era una niña traviesa que siempre molestaba a su familia alien. Un día, mientras exploraba Marte, se encontró con su abuela alien y un lobo alien, a los que les jugó bromas. Los habitantes de Marte, incluida su familia, le tendieron una trampa a Caperucita para detener sus travesuras. Después de encerrarla por una hora, la dejaron ir con la condición de que dejara de hacer travesuras. Desde entonces, todos vivieron felices en Marte.