1. Hoy me río de ti, vida.
Me carcajeo de tus incesantes contradicciones
y tus constantes dualidades.
Me río al darme cuenta, entre otras mil cosas,
de lo ilógico de estar vivo y lo absurdo de morir,
de la locura que posee el cuerdo,
de lo poco que sabe el que lo sabe todo
y de cuánto se puede odiar a lo que se ama.
Ya no sé si me río llorando o lloro riéndome
porque lloro de alegría y me río de tristeza.
Hoy me río de ti, vida,
porque insistes en ser blanca y ser negra,
en llevarnos por la luz y por la sombra,
tal vez para mostrarnos que no hay una sin la otra,
tal vez quizá para enseñarnos a vivirte, vida…