El documento narra la historia de un pejesapo que usa su antena como carnada para atrapar peces más pequeños. Un día, un pez ve al pejesapo y advierte a sus crías que no intenten atrapar la antena, ya que es una trampa. Justo entonces, el pejesapo ve una carnada en el agua y salta para atraparla, pero resulta ser él quien es atrapado. Los pececillos aprenden la lección de que el cazador también puede ser cazado.