El gobierno español anunció nuevas medidas de austeridad para reducir el déficit, incluyendo recortes en el gasto público y aumentos de impuestos. Estas medidas son necesarias para cumplir con los objetivos de déficit acordados con la Unión Europea y para restaurar la confianza de los mercados financieros. Sin embargo, los sindicatos advierten que los recortes podrían dañar la economía y aumentar el desempleo.