Las luces LED tienen una larga vida útil de hasta 50,000 horas, consumen un 90% menos de energía que las bombillas estándar, y son amigables con el medio ambiente al no contener elementos contaminantes y ser reciclables. Además, a pesar de su precio inicial más elevado, se recupera la inversión en diez meses debido a sus bajos costos de energía y no requerir mantenimiento. Proporcionan una luminosidad uniforme superior a las primeras generaciones de luces LED.