Este documento analiza las películas infantiles argentinas de la década de 1990 y cómo representaban el género, la etnia y la clase. Destaca que películas como Manuelita y Papá es un ídolo reforzaban estereotipos de género tradicionales, mientras que Dibu promovía la agresividad masculina. También menciona que el cine infantil argentino declinó después del 2000, a diferencia del éxito continuo de películas infantiles estadounidenses.