Este documento discute cómo vivir el primer mandamiento de amar a Dios sobre todas las cosas. Explica que debemos recibir los sacramentos, ser almas de oración y vivir de acuerdo a nuestra fe. También habla sobre la importancia de la fe, la esperanza y la caridad en relación con el primer mandamiento, y cómo debemos esforzarnos por comprender mejor nuestra fe a través de la lectura y el estudio.
No neófito - Cualidades del Siervo de DiosHéctor Polo
DEFINICION: II Timoteo 3:6 establece que el siervo de Dios no debe ser un “neófito, no sea que envaneciéndose, caiga en la condenación del diablo”. Este requisito de carácter quiere indicar que el siervo de Dios no debe ser un inmaduro espiritual en el conocimiento y vivencia de las Sagradas Escrituras de lo contrario se henchirá de orgullo.
La palabra neófito viene del griego “neo” que significa nuevo y “fito” que significa fruto, es decir, el neófito es un fruto nuevo, un fruto inmaduro que tiene que madurar. Si un neófito está liderizando es muy posible que se enorgullezca y quede siendo utilizado por el diablo y caiga en condenación y descrédito del Evangelio.
Proverbios 16:18 (Aprecie el envanecimiento del joven Absalón de querer despojar del trono a su padre David, 2 Samuel 15:1-6, observe como fue usado por el maligno)
Este documento presenta resúmenes breves sobre varias mujeres de la Biblia, incluyendo a Ester, Tabita, Rut, María Magdalena y Sara. Cada resumen destaca las acciones o características clave de cada mujer mencionada en la Biblia.
El documento describe tres atributos de Dios: que es omnipresente, omnisciente y omnipotente. Explica que Dios está en todas partes y nunca nos abandona, que tiene un conocimiento perfecto de todo, y que posee un poder ilimitado que obra en nosotros. El objetivo es que los lectores valoren la verdad de la naturaleza trascendente de Dios y reconozcan que su poder está disponible para ellos.
Este documento habla sobre cómo adorar a Dios cuando Él parece estar distante. Aconseja alabarlo a pesar del dolor, confiar durante las pruebas, y aceptar el sufrimiento. Incluso cuando Dios parece haberse escondido, es importante concentrarse en Su naturaleza inmutable de bondad y amor, y recordar que tiene un plan y promesas para nosotros. La adoración durante los tiempos difíciles es una señal de madurez espiritual.
Este documento describe la oración de petición a Dios. Explica que la petición de perdón es el primer paso de la oración de petición y que involucra pedir, reclamar e invocar a Dios con insistencia. También menciona que mediante la oración de petición mostramos nuestra relación con Dios como criaturas que nos apartamos de Él por ser pecadores. Finalmente, incluye un ejemplo de oración para hacer una petición a Dios.
El documento habla sobre la vocación como un don divino que requiere gran capacidad de amor y confianza en Dios. Aunque la llamada del Señor puede ser exigente y causar miedo a la responsabilidad, Dios le dice a Jeremías y a nosotros que no tengamos miedo porque Él está con nosotros. El texto analiza la vocación de Jeremías.
Este documento explica los mandamientos de la Iglesia. Señala que Jesucristo fundó la Iglesia para salvarnos y le dio autoridad para gobernar mediante leyes, incluyendo los mandamientos de la Iglesia. Estos tienen como objetivo ayudarnos a cumplir los mandamientos de Dios y garantizar nuestra salvación. El documento enumera los cinco mandamientos principales de la Iglesia.
Este documento discute el Primer Mandamiento de amar a Dios sobre todas las cosas. Explica que amar a Dios implica conocerlo y adorarlo a través de la fe, la esperanza y la caridad. También cubre los pecados contra este mandamiento como la idolatría y la irreligiosidad. Finalmente, destaca el papel de la Virgen María y los santos en apoyar nuestra adoración a Dios.
No neófito - Cualidades del Siervo de DiosHéctor Polo
DEFINICION: II Timoteo 3:6 establece que el siervo de Dios no debe ser un “neófito, no sea que envaneciéndose, caiga en la condenación del diablo”. Este requisito de carácter quiere indicar que el siervo de Dios no debe ser un inmaduro espiritual en el conocimiento y vivencia de las Sagradas Escrituras de lo contrario se henchirá de orgullo.
La palabra neófito viene del griego “neo” que significa nuevo y “fito” que significa fruto, es decir, el neófito es un fruto nuevo, un fruto inmaduro que tiene que madurar. Si un neófito está liderizando es muy posible que se enorgullezca y quede siendo utilizado por el diablo y caiga en condenación y descrédito del Evangelio.
Proverbios 16:18 (Aprecie el envanecimiento del joven Absalón de querer despojar del trono a su padre David, 2 Samuel 15:1-6, observe como fue usado por el maligno)
Este documento presenta resúmenes breves sobre varias mujeres de la Biblia, incluyendo a Ester, Tabita, Rut, María Magdalena y Sara. Cada resumen destaca las acciones o características clave de cada mujer mencionada en la Biblia.
El documento describe tres atributos de Dios: que es omnipresente, omnisciente y omnipotente. Explica que Dios está en todas partes y nunca nos abandona, que tiene un conocimiento perfecto de todo, y que posee un poder ilimitado que obra en nosotros. El objetivo es que los lectores valoren la verdad de la naturaleza trascendente de Dios y reconozcan que su poder está disponible para ellos.
Este documento habla sobre cómo adorar a Dios cuando Él parece estar distante. Aconseja alabarlo a pesar del dolor, confiar durante las pruebas, y aceptar el sufrimiento. Incluso cuando Dios parece haberse escondido, es importante concentrarse en Su naturaleza inmutable de bondad y amor, y recordar que tiene un plan y promesas para nosotros. La adoración durante los tiempos difíciles es una señal de madurez espiritual.
Este documento describe la oración de petición a Dios. Explica que la petición de perdón es el primer paso de la oración de petición y que involucra pedir, reclamar e invocar a Dios con insistencia. También menciona que mediante la oración de petición mostramos nuestra relación con Dios como criaturas que nos apartamos de Él por ser pecadores. Finalmente, incluye un ejemplo de oración para hacer una petición a Dios.
El documento habla sobre la vocación como un don divino que requiere gran capacidad de amor y confianza en Dios. Aunque la llamada del Señor puede ser exigente y causar miedo a la responsabilidad, Dios le dice a Jeremías y a nosotros que no tengamos miedo porque Él está con nosotros. El texto analiza la vocación de Jeremías.
Este documento explica los mandamientos de la Iglesia. Señala que Jesucristo fundó la Iglesia para salvarnos y le dio autoridad para gobernar mediante leyes, incluyendo los mandamientos de la Iglesia. Estos tienen como objetivo ayudarnos a cumplir los mandamientos de Dios y garantizar nuestra salvación. El documento enumera los cinco mandamientos principales de la Iglesia.
Este documento discute el Primer Mandamiento de amar a Dios sobre todas las cosas. Explica que amar a Dios implica conocerlo y adorarlo a través de la fe, la esperanza y la caridad. También cubre los pecados contra este mandamiento como la idolatría y la irreligiosidad. Finalmente, destaca el papel de la Virgen María y los santos en apoyar nuestra adoración a Dios.
Ahora deberás comprender porque el mundo no entiende tu fe, porque la sabiduría que proviene de Dios, es completamente diferente a la sabiduría humana, la Biblia me dice que la sabiduría de este mundo es terrenal, animal y diabólica.
El documento habla sobre la responsabilidad de los padres y padrinos. Los padres deben formar a los hijos en la fe a través de la palabra y el ejemplo, y alimentar espiritualmente la vida que Dios les ha confiado. Los padrinos deben orar por y aconsejar a sus ahijados para ayudarlos a crecer en la fe, manteniendo una comunicación constante. No pueden ser padrinos aquellos que no viven de acuerdo con la fe católica.
El documento describe los significados y extensiones del cuarto mandamiento de honrar a padre y madre. Explica que este mandamiento implica deberes de respeto, obediencia y apoyo entre padres e hijos, así como entre los ciudadanos y las autoridades civiles y eclesiásticas. También destaca que la familia es la célula básica de la sociedad y que los padres tienen la responsabilidad de educar a sus hijos para que sean buenos ciudadanos.
El documento habla sobre las fortalezas espirituales, que son posesiones del maligno dentro de las personas, grupos o lugares. Explica que vienen por sangre y se pasan de generación en generación. Enumera algunas fortalezas comunes como la maledicencia, pornografía, orgullo, envidia, etc. Luego describe cómo derribar estas fortalezas a través de la oración y la Palabra de Dios, usando armas espirituales como la armadura de Dios, confesando el pecado familiar, sacando a la luz lo oc
En el castellano una de las acepciones de decoroso se refiere a la pureza,
honestidad y recato de nuestra conducta. También, se refiere al comportarse de acuerdo a
la condición de lo que uno es.
Apto para enseñar - Cualidades del Siervo de DiosHéctor Polo
DEFINICION: El apto para enseñar es aquel que tiene carácter de instruir la Palabra de Dios
fielmente, lo que implica que es una persona retenedora de la palabra tal como es
expuesta por Dios en las Sagradas Escrituras y tal como ha sido enseñado en su discipulado
bíblico.
El documento habla sobre la oración y su importancia como medio para comunicarnos con Dios y unir nuestra voluntad a la suya. Explica que debemos orar para agradecer, pedir ayuda, recibir perdón y guía. También debemos orar por otros, como nuestros enemigos y hermanos en la fe. Jesús es el mejor ejemplo de oración y oró a Dios Padre en diferentes momentos. Finalmente, debemos orar en todo lugar y tiempo, y mejorar nuestra comunicación con Dios a través de la oración.
Este documento discute el amor al prójimo y cómo es el mandamiento más importante de Dios. Explica que amar al prójimo significa practicar la misericordia con todos, incluso los enemigos, a través de acciones desinteresadas para ayudar a los necesitados. También enfatiza que el verdadero amor a Dios se manifiesta a través del amor y apoyo mutuo entre las personas.
El documento describe lo que significa ser santo según la Biblia y la Iglesia católica. Explica que la santidad implica vivir apartado del pecado y de acuerdo a la voluntad de Dios. Luego enumera los siete pecados capitales y las virtudes opuestas a cada uno. Finalmente, resume los pasos del proceso de canonización en la Iglesia católica, incluyendo los títulos de venerable, beato y santo.
El documento describe las diferentes formas en que Jesús se identifica a sí mismo como el pan de vida, la luz del mundo, la puerta, el buen pastor, la resurrección y la vida, el camino, la verdad y la vida, y la vid verdadera. Proporciona explicaciones de cómo cada una de estas identidades de Jesús ofrece salvación, guía espiritual y vida eterna a aquellos que creen en él.
El documento define el pecado como una desobediencia a la ley de Dios o de la Iglesia. Explica que para que un acto sea pecado se requiere conocimiento y consentimiento voluntario, y no debe ser forzado. También define el pecado original como aquello que heredamos de Adán y Eva al nacer, que es la pérdida de la gracia santificante. Finalmente, describe que sin la gracia de Dios es difícil evitar el pecado dado que nuestra naturaleza está debilitada.
La resurrección de Jesús es el hecho más importante de la historia y el centro de la fe cristiana. Creer en la resurrección significa creer en el poder de Dios para vencer la muerte y ofrecer la vida eterna a aquellos que tienen fe en Él.
La identidad se construye a través de las experiencias de vida, incluyendo la infancia, la niñez y la adolescencia. Lo que una persona piensa de sí misma forma su identidad. Para alcanzar el máximo potencial en Dios, una persona debe dejar atrás pensamientos negativos y reconstruir su imagen basada en lo que Dios dice de ella.
Este documento describe las fortalezas espirituales o mentales como formas de pensamiento, hábitos o actitudes contrarios a la palabra de Dios. Da varios ejemplos comunes de fortalezas como la maledicencia, la pornografía, el orgullo, la envidia, la mentira y la negación del pecado. Explica que las fortalezas impiden que Cristo sane completamente las heridas del alma y libere de ataduras, y enfatiza la importancia de reconocer el pecado para que Cristo pueda perdonar y limpiar de maldad.
Fortalezas Espirituales en la vida de los Creyentes
No 1 El Espíritus de Temor y Rebeldía
Texto: 2Ti 1:7 BLS Porque el Espíritu de Dios no nos hace cobardes. Al contrario, nos da poder para amar a los demás, y nos fortalece para que podamos vivir una buena vida cristiana.
Propósito:
Entender como estos espíritus operan y ser libres de toda opresión que aflige a nuestras vidas
Introducción:
La Vida Inestable de Job.
La vida de Absalon
1) El documento define el término "irreprensible" y explica que significa vivir de tal manera que nadie pueda acusar o reprender justamente.
2) Explica que los siervos de Dios deben ser irreprensibles ante Dios, los cristianos y el mundo para dar buen testimonio.
3) Da ejemplos bíblicos de hombres irreprensibles como Jesús, José, David y otros y explica la importancia de mantener un testimonio irreprochable.
Este documento discute los deberes de los miembros de la familia según la doctrina cristiana. Explica que la familia es fundamental para la sociedad y debe ser respetada y asistida por la comunidad política. También describe los deberes de los padres, hijos, autoridades civiles y ciudadanos de acuerdo a la enseñanza de la Iglesia. El propósito es promover el respeto, la responsabilidad y la armonía dentro de la familia y entre la familia y la sociedad.
El documento lista los siete sacramentos de la Iglesia Católica, incluyendo el sujeto, ministro, forma, materia, efectos y clasificación de cada uno. Los sacramentos son: Bautismo, Confirmación, Eucaristía, Reconciliación, Unción de los enfermos, Orden sacerdotal y Matrimonio.
Marido de una sola mujer - El siervo de DiosHéctor Polo
El divorcio jamás sería parte de la voluntad de Dios, y está más que demostrado el fracaso y las grandes consecuencias, que trae el divorcio a la pareja, los hijos y la sociedad (Génesis 2:24; Mateo 19:5-6). Es indiscutible que cuando aquel hombre que ha sido
divorciado llega a los pies de Jesucristo, la sangre del Cordero de Dios le perdona todo pecado, incluyendo el divorcio acontecido en su vida. Ese nuevo creyente es ahora una nueva criatura, las cosas viejas pasaron he aquí todas son hechas nuevas (II Corintios 5:17).
Ahora bien, el punto controvertido no es en cuanto a la salvación del hombre que ha sido divorciado, sino que para ser pastor o siervo de Dios, en su ministerio público, es reprensible para un mundo que puede señalarlo por el arrastre de lazos rotos que ha dejado atrás.
El cristianismo no admite el paganismo de tener varias mujeres o el concubinato, por tanto, vale la pena ahondar en el matrimonio cristiano a la luz de las sagradas escrituras. El pastor, diácono, u otro líder espiritual, debe estar entregado a su esposa, fiel a ella, con buen testimonio en su matrimonio, dando buen ejemplo a su congregación y al mundo.
Esto igualmente aplica a todo cristiano, porque todos somos llamados a servir a nuestro
Señor.
La prudencia significa: “discernir o distinguir lo que es bueno o malo, para seguirlo o huir de ello”. Es la cautela o moderación que acompaña a nuestras decisiones y habla.
El siervo de Dios debe ser prudente, teniendo el control de su mente y de sus sentimientos, a fin de decidir dentro de lo que es correcto ante los ojos de Dios. Es claro que sólo bajo el control de Espíritu Santo es posible sujetar las emociones y controlar también en habla imprudente, que se torna en la causa y efecto de muchos males en el servicio del Señor.
Este documento resume los principales aspectos del Primer Mandamiento de amar a Dios sobre todas las cosas. Explica las virtudes teologales de la fe, la esperanza y la caridad que permiten cumplir con este mandamiento, así como los pecados en contra de cada una. También describe la virtud de la religión y los deberes hacia Dios que esta conlleva.
El documento describe cómo el conocimiento de Dios y Jesús trae muchos beneficios para los creyentes, incluida la gracia y la paz. Sin embargo, el conocimiento solo no es suficiente; los creyentes también deben esforzarse por poner en práctica virtudes como la fe, el dominio propio y el amor para crecer espiritualmente. De lo contrario, corren el riesgo de volverse espiritualmente ciegos y ser engañados fácilmente.
Ahora deberás comprender porque el mundo no entiende tu fe, porque la sabiduría que proviene de Dios, es completamente diferente a la sabiduría humana, la Biblia me dice que la sabiduría de este mundo es terrenal, animal y diabólica.
El documento habla sobre la responsabilidad de los padres y padrinos. Los padres deben formar a los hijos en la fe a través de la palabra y el ejemplo, y alimentar espiritualmente la vida que Dios les ha confiado. Los padrinos deben orar por y aconsejar a sus ahijados para ayudarlos a crecer en la fe, manteniendo una comunicación constante. No pueden ser padrinos aquellos que no viven de acuerdo con la fe católica.
El documento describe los significados y extensiones del cuarto mandamiento de honrar a padre y madre. Explica que este mandamiento implica deberes de respeto, obediencia y apoyo entre padres e hijos, así como entre los ciudadanos y las autoridades civiles y eclesiásticas. También destaca que la familia es la célula básica de la sociedad y que los padres tienen la responsabilidad de educar a sus hijos para que sean buenos ciudadanos.
El documento habla sobre las fortalezas espirituales, que son posesiones del maligno dentro de las personas, grupos o lugares. Explica que vienen por sangre y se pasan de generación en generación. Enumera algunas fortalezas comunes como la maledicencia, pornografía, orgullo, envidia, etc. Luego describe cómo derribar estas fortalezas a través de la oración y la Palabra de Dios, usando armas espirituales como la armadura de Dios, confesando el pecado familiar, sacando a la luz lo oc
En el castellano una de las acepciones de decoroso se refiere a la pureza,
honestidad y recato de nuestra conducta. También, se refiere al comportarse de acuerdo a
la condición de lo que uno es.
Apto para enseñar - Cualidades del Siervo de DiosHéctor Polo
DEFINICION: El apto para enseñar es aquel que tiene carácter de instruir la Palabra de Dios
fielmente, lo que implica que es una persona retenedora de la palabra tal como es
expuesta por Dios en las Sagradas Escrituras y tal como ha sido enseñado en su discipulado
bíblico.
El documento habla sobre la oración y su importancia como medio para comunicarnos con Dios y unir nuestra voluntad a la suya. Explica que debemos orar para agradecer, pedir ayuda, recibir perdón y guía. También debemos orar por otros, como nuestros enemigos y hermanos en la fe. Jesús es el mejor ejemplo de oración y oró a Dios Padre en diferentes momentos. Finalmente, debemos orar en todo lugar y tiempo, y mejorar nuestra comunicación con Dios a través de la oración.
Este documento discute el amor al prójimo y cómo es el mandamiento más importante de Dios. Explica que amar al prójimo significa practicar la misericordia con todos, incluso los enemigos, a través de acciones desinteresadas para ayudar a los necesitados. También enfatiza que el verdadero amor a Dios se manifiesta a través del amor y apoyo mutuo entre las personas.
El documento describe lo que significa ser santo según la Biblia y la Iglesia católica. Explica que la santidad implica vivir apartado del pecado y de acuerdo a la voluntad de Dios. Luego enumera los siete pecados capitales y las virtudes opuestas a cada uno. Finalmente, resume los pasos del proceso de canonización en la Iglesia católica, incluyendo los títulos de venerable, beato y santo.
El documento describe las diferentes formas en que Jesús se identifica a sí mismo como el pan de vida, la luz del mundo, la puerta, el buen pastor, la resurrección y la vida, el camino, la verdad y la vida, y la vid verdadera. Proporciona explicaciones de cómo cada una de estas identidades de Jesús ofrece salvación, guía espiritual y vida eterna a aquellos que creen en él.
El documento define el pecado como una desobediencia a la ley de Dios o de la Iglesia. Explica que para que un acto sea pecado se requiere conocimiento y consentimiento voluntario, y no debe ser forzado. También define el pecado original como aquello que heredamos de Adán y Eva al nacer, que es la pérdida de la gracia santificante. Finalmente, describe que sin la gracia de Dios es difícil evitar el pecado dado que nuestra naturaleza está debilitada.
La resurrección de Jesús es el hecho más importante de la historia y el centro de la fe cristiana. Creer en la resurrección significa creer en el poder de Dios para vencer la muerte y ofrecer la vida eterna a aquellos que tienen fe en Él.
La identidad se construye a través de las experiencias de vida, incluyendo la infancia, la niñez y la adolescencia. Lo que una persona piensa de sí misma forma su identidad. Para alcanzar el máximo potencial en Dios, una persona debe dejar atrás pensamientos negativos y reconstruir su imagen basada en lo que Dios dice de ella.
Este documento describe las fortalezas espirituales o mentales como formas de pensamiento, hábitos o actitudes contrarios a la palabra de Dios. Da varios ejemplos comunes de fortalezas como la maledicencia, la pornografía, el orgullo, la envidia, la mentira y la negación del pecado. Explica que las fortalezas impiden que Cristo sane completamente las heridas del alma y libere de ataduras, y enfatiza la importancia de reconocer el pecado para que Cristo pueda perdonar y limpiar de maldad.
Fortalezas Espirituales en la vida de los Creyentes
No 1 El Espíritus de Temor y Rebeldía
Texto: 2Ti 1:7 BLS Porque el Espíritu de Dios no nos hace cobardes. Al contrario, nos da poder para amar a los demás, y nos fortalece para que podamos vivir una buena vida cristiana.
Propósito:
Entender como estos espíritus operan y ser libres de toda opresión que aflige a nuestras vidas
Introducción:
La Vida Inestable de Job.
La vida de Absalon
1) El documento define el término "irreprensible" y explica que significa vivir de tal manera que nadie pueda acusar o reprender justamente.
2) Explica que los siervos de Dios deben ser irreprensibles ante Dios, los cristianos y el mundo para dar buen testimonio.
3) Da ejemplos bíblicos de hombres irreprensibles como Jesús, José, David y otros y explica la importancia de mantener un testimonio irreprochable.
Este documento discute los deberes de los miembros de la familia según la doctrina cristiana. Explica que la familia es fundamental para la sociedad y debe ser respetada y asistida por la comunidad política. También describe los deberes de los padres, hijos, autoridades civiles y ciudadanos de acuerdo a la enseñanza de la Iglesia. El propósito es promover el respeto, la responsabilidad y la armonía dentro de la familia y entre la familia y la sociedad.
El documento lista los siete sacramentos de la Iglesia Católica, incluyendo el sujeto, ministro, forma, materia, efectos y clasificación de cada uno. Los sacramentos son: Bautismo, Confirmación, Eucaristía, Reconciliación, Unción de los enfermos, Orden sacerdotal y Matrimonio.
Marido de una sola mujer - El siervo de DiosHéctor Polo
El divorcio jamás sería parte de la voluntad de Dios, y está más que demostrado el fracaso y las grandes consecuencias, que trae el divorcio a la pareja, los hijos y la sociedad (Génesis 2:24; Mateo 19:5-6). Es indiscutible que cuando aquel hombre que ha sido
divorciado llega a los pies de Jesucristo, la sangre del Cordero de Dios le perdona todo pecado, incluyendo el divorcio acontecido en su vida. Ese nuevo creyente es ahora una nueva criatura, las cosas viejas pasaron he aquí todas son hechas nuevas (II Corintios 5:17).
Ahora bien, el punto controvertido no es en cuanto a la salvación del hombre que ha sido divorciado, sino que para ser pastor o siervo de Dios, en su ministerio público, es reprensible para un mundo que puede señalarlo por el arrastre de lazos rotos que ha dejado atrás.
El cristianismo no admite el paganismo de tener varias mujeres o el concubinato, por tanto, vale la pena ahondar en el matrimonio cristiano a la luz de las sagradas escrituras. El pastor, diácono, u otro líder espiritual, debe estar entregado a su esposa, fiel a ella, con buen testimonio en su matrimonio, dando buen ejemplo a su congregación y al mundo.
Esto igualmente aplica a todo cristiano, porque todos somos llamados a servir a nuestro
Señor.
La prudencia significa: “discernir o distinguir lo que es bueno o malo, para seguirlo o huir de ello”. Es la cautela o moderación que acompaña a nuestras decisiones y habla.
El siervo de Dios debe ser prudente, teniendo el control de su mente y de sus sentimientos, a fin de decidir dentro de lo que es correcto ante los ojos de Dios. Es claro que sólo bajo el control de Espíritu Santo es posible sujetar las emociones y controlar también en habla imprudente, que se torna en la causa y efecto de muchos males en el servicio del Señor.
Este documento resume los principales aspectos del Primer Mandamiento de amar a Dios sobre todas las cosas. Explica las virtudes teologales de la fe, la esperanza y la caridad que permiten cumplir con este mandamiento, así como los pecados en contra de cada una. También describe la virtud de la religión y los deberes hacia Dios que esta conlleva.
El documento describe cómo el conocimiento de Dios y Jesús trae muchos beneficios para los creyentes, incluida la gracia y la paz. Sin embargo, el conocimiento solo no es suficiente; los creyentes también deben esforzarse por poner en práctica virtudes como la fe, el dominio propio y el amor para crecer espiritualmente. De lo contrario, corren el riesgo de volverse espiritualmente ciegos y ser engañados fácilmente.
El documento resume las características fundamentales de un cristiano. Un cristiano es un discípulo de Jesús que lo sigue, aprende de él y lo obedece. También es un templo del Espíritu Santo que vive de acuerdo a los frutos del Espíritu como el amor, la paz y la bondad. Además, un cristiano es una nueva creación de Dios que ha sido renovado por completo y vive en una relación nueva con Dios, los demás y el mundo. Finalmente, un cristiano es un hijo
Este documento presenta un análisis detallado de las Bienaventuranzas de Jesús en Mateo 5:1-16. El autor discute cada bienaventuranza individualmente, proporcionando definiciones bíblicas clave y explicaciones de las actitudes y características que Dios desea que tengamos. El autor argumenta que Jesús no vino a abolir la ley, sino a presentarla de manera más clara para enfocarse en las necesidades espirituales de las personas.
Este documento describe los siete dones que Dios nos da para permanecer cerca de Él, según 2 Pedro 1:4. Estos dones son: virtud, conocimiento, dominio propio, paciencia, piedad, afecto fraternal y amor. Al aplicar cada uno de estos dones de manera progresiva, podemos construir el templo espiritual de Dios en nosotros mismos y llegar a participar de Su naturaleza divina. El documento luego explica brevemente el significado de cada uno de los siete dones.
Herramientas para discipulado escuela ministerial ii oct 2015IBE Callao
En 3 oraciones:
El documento presenta las herramientas para establecer compromisos en la vida cristiana que conduzcan al discipulado. Explica que ser discípulo requiere más que una decisión intelectual o emocional, sino un compromiso de voluntad para seguir a Jesús como Señor. También destaca la importancia de entender claramente el evangelio, incluyendo la condición pecaminosa del hombre y la buena noticia de salvación a través de la obra de Cristo. El objetivo es proveer pautas básicas para el
Este documento presenta una lección sobre los tres tipos de hombre descritos en la Biblia: natural, carnal y espiritual. Explica que el hombre natural no tiene el Espíritu Santo ni ha nacido de nuevo, por lo que no puede discernir lo espiritual. Luego describe al hombre carnal como aquel que ha nacido de nuevo pero vive según sus deseos mundanos. Finalmente presenta al hombre espiritual, quien es guiado por el Espíritu Santo y ha alcanzado cierto grado de madurez espiritual. El objetivo es ay
La necesidad que los Cristianos tenemos de conocer la
voluntad de Dios nunca se acaba. Nuestras vidas
deben reflejar la voluntad de Dios en cada detalle,
desde decisiones pequeñas de la vida diaria hasta
preguntas grandes que incluyen decisiones en cuanto
a carrera, estado de vida, la crianza de los hijos y el
hacer nuevos compromisos. Los cristianos
necesitamos saber la voluntad de Dios para poder
vivir en vida de fe, como pueblo sometido a Dios.
Este libro da consejo práctico alcanzable y detallista
sobre como recibir guía de Dios. Steve Clark describe
las maneras en que Dios nos guía y nos delinea los
pasos que podemos dar para ser mas capaces en
discernir la voluntad de Dios y en recibir su dirección.
El documento describe las obras y dones del Espíritu Santo. Explica que el Espíritu Santo ilumina el entendimiento, da valor para dar testimonio, y convence del pecado. También instruye en la verdad, consuela, revela secretos, llena de amor por Dios y el prójimo, pone en buenas relaciones con Dios, y reparte dones como la sabiduría, inteligencia y fortaleza.
El Primer Mandamiento requiere que amemos a Dios sobre todas las cosas, manifestando ese amor a través de obedecer sus mandamientos y creer en todas las verdades de fe. Pecar contra este mandamiento incluye maltratar lo consagrado a Dios o pertenecer a grupos como la masonería que son contrarios a la religión. Para que la duda sobre una verdad religiosa sea pecado, debe ser voluntaria y no hacer actos de fe puede impedir la salvación.
El Primer Mandamiento requiere que amemos a Dios sobre todas las cosas, manifestando ese amor a través de obedecer sus mandamientos y creer en todas las verdades de fe. Pecar contra este mandamiento incluye maltratar lo consagrado a Dios o pertenecer a grupos como la masonería que son contrarios a la religión. Para que la duda sobre una verdad religiosa sea pecado, debe ser voluntaria y no hacer actos de fe puede impedir la salvación.
Este documento discute una pregunta común que los no creyentes hacen a los cristianos sobre si Dios puede crear una piedra tan pesada que ni él mismo pueda levantar. Explica que Dios no puede contradecir su naturaleza omnipotente y creadora. También sugiere que la mejor forma para los cristianos de defender su fe es viviendo de acuerdo con la ley de amor de Cristo, ayudando a otros a sobrellevar sus cargas y problemas.
Como refutar respuestas asociadas con la salvación del hombreazajobs
Este documento describe cómo refutar argumentos comunes relacionados con la salvación del hombre de tres grupos: incrédulos, religiosos y creyentes. Para los incrédulos, sugiere usar evidencia científica como el diseño del universo y la ley moral para demostrar la existencia de Dios. Para los religiosos, recomienda responder bíblicamente a afirmaciones como "Dios ama a todos" y "todos pueden estar bien creyendo en Dios". Para los creyentes, sugiere que aunque creen en Dios, no obe
El cristiano y su compromiso fervoroso con diosJosue Gallegos
Este documento habla sobre el compromiso fervoroso del cristiano con Dios. Explica que el compromiso cristiano significa vivir como Jesús vivió. Luego discute varios temas relacionados con el compromiso del cristiano, incluyendo renovar el compromiso con Dios, servir a Dios usando los dones y talentos que nos ha dado, y vivir una vida santa y fiel a Él.
El Señor Jesús, en el relato elaborado por el evangelista Mateo, en el capítulo 24, verso 35, registra una declaración tremenda: "el cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán". Todo a nuestro alrededor, excepto, nuestro Señor.
El documento describe los obstáculos que influyen en la fe, como una familia que perdió la fe debido a problemas entre los padres como el alcoholismo y la culpabilización mutua, lo que afectó a los hijos. También se mencionan elementos externos que agudizaron el problema, como amigos y malos consejos. El documento propone cuatro acciones para fortalecer la fe en la familia: 1) recibir las enseñanzas de las Escrituras, 2) responder con valor y obediencia a Dios, 3) rendir toda la responsabilidad a D
Santidad para todos: Para ser santos en la vida ordinaria - Puigbo JuanJasterRogue2
Este documento presenta una invitación a la santidad para todos. Explica que ser santos no es algo imposible sino un mandato de Dios que requiere cambiar nuestra vida para vivir de acuerdo con la voluntad de Dios. Esto implica negarnos a nosotros mismos, controlar nuestros sentidos y deseos egoístas, y tomar nuestra cruz diaria para seguir a Jesús. La santidad se logra a través de pequeños actos de renuncia y servicio a los demás.
El documento resume conceptos clave sobre la fe como una aceptación personal de la Palabra de Dios motivada por la comunidad de creyentes y la doble acción de Dios a través de su gracia y Espíritu Santo. También aborda temas como el ateísmo, el mal y el sentido de la vida, explicando que aunque la fe no puede probarse racionalmente, se fundamenta en la acción transformadora de Dios a través de Jesucristo.
El documento explora el concepto de tener una relación personal con Dios. Explica que aunque la Biblia no usa exactamente esas palabras, la idea subyacente está presente en sus páginas. Una relación personal con Dios implica cierto grado de reconocimiento mutuo, apertura, intereses compartidos y respeto mutuo entre Dios y la persona, similar a una amistad. También requiere que la persona dé la bienvenida a Dios en su vida y permita que sus acciones demuestren su creencia en Él.
1. ¿Cómo vivimos el Primer Mandamiento?
23 mayo 2008
Sección: De la Ley de Dios
Nuestra fe y amor a Dios crece si recibimos debidamente dispuestos los
sacramentos, nos esforzamos por ser almas de oración y llevamos una vida
coherente entre la fe y las obras.
Primer mandamiento: Amarás a Dios sobre todas las cosas
No deja de ser una enorme superficialidad el comentario de aquellos que, con
ganas de polemizar, dicen que Dios es egoísta porque nos ha hecho para darle
gloria. Olvidan que otro fin hubiera sido indigno de Él, al grado de quedar
subordinado a aquella otra finalidad y dejar, por ello, de ser Dios.
Ya dijimos que, al darle gloria encontramos nuestra felicidad. Es, pues, correcto
afirmar que Dios nos ha hecho para ser eternamente felices con Él. Y que esa
felicidad se gana a través de los actos libres, pues sólo en la libertad cabe el
amor. Nada debe, pues, estar subordinado al Amor que nos dará esa eterna
dicha: ni las cosas del mundo, ni los seres queridos, ni la propia salud o la vida.
“Con todo el corazón, el alma, la mente, las fuerzas”: consecuencia ineludible de
ser Dios el Ser Supremo, Infinitamente Bueno, que nos ha hecho para
comunicarnos su inefable felicidad.
Resulta claro que de este precepto se derivarán muchísimas consideraciones.
Incluso es válido afirmar que resume a todos los demás: si amo a Dios honraré
su nombre, le daré culto, amaré a mis padres, serviré a mi prójimo, controlaré
mis tendencias rebeldes, etcétera. Pero los moralistas van por orden: nos dicen
que, bajo este primer mandamiento, hemos de incluir ante todo aquellas
virtudes que más directamente se relacionan con Dios: la fe -hemos de creer en
Él para amarlo-; la esperanza -debemos confiar que alcanzaremos a poseer el
objeto de nuestro amor-; la caridad, que es la virtud específica de este precepto,
y, por último, la virtud de la religión, reguladora de las relaciones entre Dios y el
hombre.
La fe: para amar debo empezar por creer
La fe es el primer contacto con Dios. El inicio de toda posible comunicación se
da con esta virtud por la que, como dice San Agustín, “tocamos a Dios”.
2. Esta virtud se infunde en nuestra alma, junto con la gracia, al ser bautizados. Y
crece si recibimos debidamente dispuestos los sacramentos, somos almas de
oración y llevamos una vida coherente entre la fe y las obras. Pero es muy
oportuno, para que la virtud crezca, ejercitarnos haciendo actos de fe. Esta
virtud podría quedar anquilosada, “vieja”, si no la vitalizamos haciendo actos de
fe. Hacemos un acto de fe cada vez que asentimos conscientemente a las
verdades reveladas por Dios; no precisamente porque nos hayan sido
demostradas y convencido científicamente, sino primordialmente porque Dios
las ha revelado. Dios, al ser infinitamente sabio, no puede equivocarse. Dios, al
ser infinitamente veraz, no puede mentir. Por eso, si cuando Dios dice que algo
es de una manera, no se puede pedir certidumbre mayor. La palabra divina
contiene más certeza que todos los razonamientos filosóficos, pruebas de
computación y demostraciones matemáticas posibles.
Por otra parte, para nosotros que ya poseemos la fe, es muy importante no
dormirnos en nuestros laureles. No podemos estar tranquilos pensando que,
porque de niños se nos enseñó el catecismo, ya sabemos todo lo que nos hace
falta sobre religión. Una inteligencia adulta necesita una comprensión de adulto
de las verdades divinas. Oír con atención homilías y pláticas, leer libros y
folletos doctrinales, asistir a cursos o conferencias, no son simples aficiones,
actividades sólo para quienes tengan esa “especial” sensibilidad. Éstas no son
prácticas “devotas” para “personas peculiares”.
Para todos los hombres es un deber procurarnos un adecuado grado de
conocimiento de nuestra fe, deber que establece el primero de los
mandamientos. No podemos hacer actos de fe sobre una verdad o verdades que
ni siquiera conocemos, pues fides ex auditu, dice San Pablo, la fe viene del oír.
Nuestras dudas contra la fe desaparecerían si nos tomáramos la molestia de
estudiar un poco más el contenido de sus verdades.
Ahora bien, es en nuestro interior donde comienzan los deberes para con la fe.
En nuestra mente Dios nos pide que hagamos actos de fe, que le demos culto
por el asentimiento explícito a sus dogmas. ¿Con qué frecuencia hay que hacer
actos de fe? No hace falta decir que a menudo, pero especialmente debo
hacerlos cuando llega a mi conocimiento una verdad de fe que antes ignoraba.
Debo hacer un acto de fe (por ejemplo, rezando el Credo) cada vez que se
presente una tentación contra esta virtud u otra cualquiera en que la fe esté
implicada. Debo hacer un acto de fe cada vez que paso delante del Sagrario, o
cuando el sacerdote muestra la Sagrada Hostia en la Consagración. Debo hacer
3. actos de fe frecuentemente en la vida, para que no quede inactiva por falta de
ejercicio.
Los deberes hacia la fe no sólo se refieren al ámbito interior. Hace falta que esa
fe se manifieste, es decir, que hagamos profesión externa de nuestra fe. Este
deber resulta imperativo cuando lo exijan el honor de Dios o el bien del prójimo.
El honor de Dios lo exige cuando omitir esta profesión de fe equivaldría a su
negación. Este deber no obliga sólo en las circunstancias extremas, como en la
Roma de Nerón o en la Rusia de Stalin. Se aplica también a la vida cotidiana de
cada uno de nosotros cuando, por ejemplo, sentimos vergüenza de manifestar
nuestra fe por miedo a que eso perjudique nuestros negocios, por miedo a
llamar la atención, a las ironías o al ridículo. El católico que asiste a un
espectáculo inmoral, aquel que estudia en la universidad agnóstica, la católica
que tiene reuniones sociales, y miles de ocasiones parecidas, pueden dar lugar a
que disimular nuestra fe equivalga a su negación, con menoscabo del honor que
a Dios se le debe.
Además, si dejamos de profesar nuestra fe por cobardía, es frecuente que el
prójimo también resulte perjudicado. Muchas veces el católico o la católica
menos fuertes en la fe, observan nuestra conducta antes de decidir su forma de
actuar. Tendremos muchas ocasiones en que la necesidad concreta de dar
testimonio de nuestra fe surgirá de la obligación de sostener con nuestro
ejemplo el valor de otros. Nadie se salva ni se condena solo.
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El segundo Mandamiento dice lo siguiente en la Biblia de Lutero: «No profanarás el nombre del
Señor, tu Dios, pues el Señor no dejará sin castigo al que profane Su nombre».
Nosotros los Cristianos Originarios consideramos que el nombre de Dios lo profanan las personas
que conocen los Mandamientos de Dios y las enseñanzas de Cristo, que han dicho sí a ellos, pero
que a pesar de todo no los cumplen; que eventualmente llaman incluso la atención a otros sobre los
Mandamientos, imparten enseñanzas sobre los mismos, pero por su propia parte obran de forma
totalmente distinta.
4. Una profanación no sólo sucede cuando utilizamos Su nombre para imprecar, hacer juramentos o
cosas similares, sino que también cuando sin pensar utilizamos el nombre del Santo eterno al decir
por ejemplo: «¡Ay, Dios mío!» O bien uando usamos saludos como «Vaya usted con Dios», «Un
saludo en Dios» o «Adiós», sin tener en cuenta lo que decimos, sin expresarlo conscientemente.
En muchas conversaciones utilizamos la palabra «Dios», pero, ¿qué pensamos cuando la decimos?
Con frecuencia no estamos pensando en nada, son palabras vacías, de cortesía. No obstante, todo es
energía. De ello se deduce que somos responsables de cada palabra que sale de nuestra boca. Así lo
ha enseñado el Espíritu profético, Cristo; también está escrito así de modo semejante en la Biblia.
Por lo tanto deberíamos cumplir el segundo Mandamiento estando atentos a lo que pensamos cuando
decimos la palabra «Dios».
Con frecuencia decimos: «¡Gracias a Dios que no me ha ocurrido esto o lo otro!». Sí que podemos
decir las palabras «Gracias a Dios», pero, ¿estamos realmente agradecidos a Dios? En la mayoría de
los casos no es otra cosa que una expresión que muchas personas utilizan, pero ellas aprovechan
muy pocas veces esta situación como una oportunidad para reflexionar sobre sí mismas, sobre su
forma de pensar y vivir, sobre su siembra y sobre su correspondiente cosecha, y sobre Dios y Sus
Mandamientos.
Si en esa situación nos interiorizamos y nos preguntamos, ¿cómo es que exclamamos aliviados
«¡Gracias a Dios!»?, esto seguramente nos quiere decir algo. Si nos reconocemos en el movimiento
de nuestras sen-saciones, aprendemos a dar gracias a Dios de corazón. Al mismo tiempo nos
esforzamos en no volver a cometer este error, este pecado que hemos reconocido y que también
hemos purificado con Cristo. Este es el agradecimiento activo a Dios, nuestro Padre, y a Cristo,
nuestro Redentor.
Nosotros los Cristianos Originarios conocemos el saludo de la Paz. Y entretanto nos hemos
acostumbrado a reflexionar sobre ello. Si decimos la palabra «Paz» y la emitimos como saludo a
nuestro prójimo, también tenemos que esforzarnos diariamente en mantener la paz con nuestro
prójimo. Si le menospreciamos, si le envidiamos, si le odiamos y al mismo tiempo le deseamos la
paz, estamos burlándonos de Dios. Esto es profanar el nombre santo.
Con frecuencia se profana mucho más seriamente el nombre de Dios que lo que se podría suponer,
pues muchos engañan a otros y a sí mismos ocultando los verdaderos motivos de su forma de actuar.
Profanamos el nombre de Dios cuando ingresamos en una comunidad religiosa con la intención de
conseguir algo personal, cuando por ejemplo ocupamos un cargo en esa comunidad para tener un
nivel elevado de vida, prestigio y el asegurarse una vida sin preocupaciones. Lo mismo vale cuando
por ejemplo somos activos en la parroquia para ser bien vistos por las personas del vecindario, para
«ser alguien». Si en el nombre de un partido político se pone la denominación de «cristiano», para
hacer creer que aquí se viven los Mandamientos de Dios, o que estas personas son seguidores de
Cristo, esto es también profanar el nombre de Dios cuando se usa el nombre del Señor como
pretexto, a pesar de que en la vida y en las aspiraciones de estas personas no sea así como lo
requieren los Mandamientos y el Sermón de la Montaña.
5. El que quiera comprobar si la palabra «cristiano» se utiliza únicamente como pretexto o farsa, o si
realmente se aspira a las verdaderas metas cristianas, que mire los frutos, tal como Jesús nos
aconsejó en su Sermón de la Montaña como signo para distinguirlo: «Por sus frutos los
reconoceréis». Como medida nos ayudan también los Diez Mandamientos. ¿Está un grupo,
comunidad o partido político a favor del mandamiento: «No matarás» –o actúa de forma que a otras
personas se les pueda matar, por ejemplo en la guerra?
Nos tenemos que hacer conscientes de que las personas que apoyan una comunidad o partido de este
tipo, votándolos o aportando donativos, se hacen al mismo tiempo responsables y participan en la
profanación del Nombre de Dios. Cada uno debe responsabilizarse ante Dios de aquello a lo que
representa o a lo que se ha adherido. El que ve la injusticia y no dice nada, se hace igualmente
culpable.
En el segundo Mandamiento se establece: «... pues el Señor no dejará sin castigo al que profane
Su nombre». Cristo, el Espíritu profético, nos enseña que Dios no nos castiga, sino que nosotros
mismos nos castigamos según la Ley: «Lo que el hombre siembre, eso cosechará». No es Dios el que
siembra, sino que somos nosotros los que lo hacemos; y lo que nosotros sembramos es también lo
que nosotros cosecharemos. Sentiremos las consecuencias de nuestro modo de actuar, pues cada uno
es responsable de sí mismo. Dios no elevará al pecador al Cielo, sino que le mostrará su falta, para
que la purifique y no la vuelva a hacer.
Estas correlaciones no se pueden encontrar sin embargo en el texto de la Biblia unificada de las
Iglesias católica y protestante luterana, pues allí se dice: «No profanes el nombre del Señor, tu
Dios, pues el Señor castigará a cada uno que lo haga».
Vemos así que estaría bien cumplir primero los Mandamientos, en vez de juzgar y mostrar a Dios
como un Dios que castiga. El permite que pequemos, pues nos ha dado el libre albedrío. Como El
permite esto –como consecuencia del libre albedrío– , tampoco nos castigará por ello. Somos
nosotros los que nos castigamos a nosotros mismos.
Tenemos que captar el sentido de las palabras así como también el sentido de los Mandamientos. La
Biblia sólo puede ser comprendida de forma fiel a su contenido cuando nosotros cumplimos los
Mandamientos paso a paso; de otro modo tomamos lo dicho de manera literal e imputamos a Dios
que El castiga.
Jesús nos trajo el Padre del amor. Esto fue necesario pues en el Antiguo Testamento se evoca una y
otra vez al «Dios castigador». El vocabulario de aquellos tiempos surgió de la creencia del
politeísmo. Por esto el Antiguo Testamento, del que también forman parte los Diez Mandamientos,
está impregnado de expresiones basadas en la creencia en los muchos dioses que castigan, y del
politeísmo se transmitió mucho a la creencia en el Dios único.
Deberíamos hacernos conscientemente la pregunta: ¿creemos en el Dios que castiga, es decir en el
Antiguo Testamento, o creemos en el Dios del Amor, que nos enseñó Jesús, el Cristo? En el Nuevo
Testamento también se dice: «Lo que el hombre siembre, eso cosechará». Si creemos en el Dios que
castiga, negamos esta legitimidad, siembra y cosecha, a través de la cual somos conducidos al fin y
al cabo directamente, por medio del autorreconocimiento y la purificación del pecado.
6. Nosotros somos cristianos y deberíamos decidirnos: o creemos en el Dios que castiga, o creemos en
el Dios del Amor y de la Misericordia: en el Dios que reconcilia, que perdona, en el Dios que por Su
amor a nosotros nos envió a Su Hijo, Jesús, el Cristo.