Manuel se despierta en su casa en Potosí y su madre le recuerda que pronto tendrán que mudarse debido a que la construcción de una represa inundará la zona. Manuel le dice que ya encontró un lugar llamado San Joaquín de Navay a donde irán. Sin embargo, su madre se niega a irse sin llevarse también los restos de su padre y abuelos enterrados en el cementerio local. Esa noche, Manuel va al cementerio con la intención de desenterrar los ataúdes, pero en lugar de eso encuentra un gran cofre