La conquista rusa de Siberia ocurrió en el siglo XVI cuando el debilitado Kanato de Siberia fue invadido por fuerzas rusas lideradas por Yermak. Luego de varios enfrentamientos, los rusos conquistaron la capital siberiana de Kashlik en 1582. El kan Küçüm intentó recuperarla en 1584 pero fue derrotado. Finalmente en 1598 Küçüm fue derrotado nuevamente y los rusos terminaron de conquistar Siberia para 1640, expandiendo enormemente el territorio de Rusia.