La conquista romana de Hispania comenzó en 218 a.C. cuando desembarcaron en Ampurias, aunque la conquista total no se completó hasta que Augusto incorporó Cantabria en 27 a.C. Los romanos establecieron campamentos legionarios como base para construir ciudades siguiendo el modelo de calles ortogonales. Impusieron a las poblaciones indígenas vivir en la llanura en lugar de sus castros de montaña para un mejor control. El dominio romano terminó en el siglo V d.C. con las invasiones bárbaras