La consejería de Educación ha cambiado la normativa de comedores escolares, eliminando las becas de comedor y cambiándolas por reducciones en la cuota que ponen en mayores dificultades económicas a las familias. La nueva normativa también permite que los estudiantes traigan su comida de casa pero no garantiza su refrigeración o calentamiento adecuado. Se deja la decisión de cobrar cuotas por la comida de casa a los consejos escolares sin dar instrucciones claras, lo que puede crear desigualdades