La Cuaresma es un periodo de 40 días que la Iglesia dedica a la preparación de la Pascua, tiempo de conversión y cambio interior. Se caracteriza por el uso del color morado, la austeridad y la ausencia de alegrías como las flores o el canto del Aleluya, para centrarse en la oración, la compasión con los demás y el examen del corazón. La Pascua celebra la resurrección de Jesús tras su muerte en la cruz y es tiempo de alegría por el amor de Dios.