Leonardo Da Vinci diseñó dos de los primeros autómatas o robots a finales del siglo XV. El primero era un autómata con apariencia humana que podía mover la cabeza y sentarse. El segundo era un león mecánico más complejo que se construyó para el rey de Francia y que podía caminar entre habitaciones y abrir el pecho. Estos inventos de Da Vinci sentaron las bases para el desarrollo posterior de la robótica a pesar de que los mecanismos eran básicos para la época.