El león celebró su cumpleaños en su casa de la selva con otros animales. Cuando llegaron, el saltamontes y el oso comentaron que la casa olía mal, por lo que el león los echó. El mono luego dijo que olía a rosas para complacer al león, pero también fue echado. Más tarde, el zorro mintió diciendo que no podía oler debido a un resfriado. El león se dio cuenta de que los animales le tenían miedo y pidió disculpas a todos.