Este poema pide repetidamente la bendición de Dios para cada parte del cuerpo y del ser. Desea que sus manos, ojos, oídos, boca, corazón y pies sean instrumentos de compasión, justicia y paz. El poema concluye pidiendo que Dios lo bendiga para poder servirlo a Él y a los demás con todo lo que es y tiene.