Los estudiantes mejoran sus debilidades iniciales a través de juegos y actividades que les permiten enfrentar situaciones significativas, y muestran mayor motivación cuando pueden elegir entre opciones brindadas por el docente. Además, cuando las clases de inglés se enfocan no solo en gramática sino también en contenido significativo, los estudiantes comienzan a desarrollar competencia comunicativa para expresar pensamientos y sentimientos.