Las empresas se construyen a través de la visión, el trabajo duro y la perseverancia. Los fundadores deben tener una idea clara de lo que quieren lograr y trabajar incansablemente para hacer realidad su visión. Aunque el éxito no se logra de la noche a la mañana, los emprendedores que se mantienen enfocados y no se rinden pueden construir empresas exitosas que crean valor.