El niño y la abuela se mudaron al castillo después de que el niño fuera transformado en un ratón por las brujas. La abuela encontró un antídoto para devolver al niño a su forma humana, pero el niño no quería volver a ser humano. Los vecinos llamaron a los servicios sociales porque pensaban que la abuela no podía cuidar adecuadamente de un niño. Para evitar problemas con los servicios sociales, la abuela le dio el antídoto al niño sin su consentimiento. Más tarde, la abuela y el niño se