Este documento discute la historia del uso de cremas, lociones y tratamientos, su propósito de lograr una apariencia más atractiva y juvenil, y las razones por las cuales los hombres no suelen usar estos productos, como estereotipos de género y falta de marketing dirigido a ellos. Propone posibles soluciones como cambiar la propaganda para enfocarse más en el cuidado masculino y adaptar los productos y su marca para comunicar también masculinidad y protección.