La autora conoció a un chico bajo un paraguas durante una tarde lluviosa y quedó cautivada por su mirada. Pasó días pensando en él e intentando encontrarlo sin éxito. Un día de primavera, lo volvió a encontrar sentado a su lado y compartieron un momento íntimo de miradas y besos. Años después, el chico le reveló que padecía una enfermedad fatal antes de fallecer, dejando a la autora con recuerdos imborrables de su breve pero profundo amor de juventud.