La inteligencia emocional permite tomar conciencia de las propias emociones y comprender los sentimientos de los demás, tolerando presiones y adoptando una actitud empática. La empatía es la habilidad de entender las necesidades y sentimientos ajenos, escuchando a los demás. La salud mental es un estado de equilibrio entre una persona y su entorno, siendo consciente de sus capacidades y bienestar.