La lagartija Pepa se muda a una gran cueva en un árbol soñado junto a su amigo Emilio. Sin embargo, Emilio pasa todo el día jugando y Pepa se queda limpiando la cueva, por lo que no tiene tiempo para disfrutar. Aunque intenta hablar con Emilio, la situación no cambia. Finalmente, Pepa decide volver a su pequeña cueva anterior para recuperar su felicidad.
Cuento coeducativo, extraido del cuento "A papá le asustan las tormentas y tres cuentos coeducativos más" Escrito por María Domínguez. Editorial Jirones Azul
Cuento coeducativo, extraido del cuento "A papá le asustan las tormentas y tres cuentos coeducativos más" Escrito por María Domínguez. Editorial Jirones Azul
Creado por el grupo DE NORTE A SUR, para la asignatura "Tecnología y Medios de comunicación en el aula" del CAG de Ed. Infantil desde Ed. Primaria, de la Universidad Camilo José Cela.
Técnica de plástica consistente en hacer dibujos en tres dimensiones. Los niños/as han realizado dibujos según los paisajes trabajados en Conocimiento del Medio y le han incorporado descripciones.
2. La lagartija Pepa y el lagartijo Emilio se conocían desde
hacía muchos años . Los dos correteaban por el campo ,
jugaban al escondite entre las piedras o por detr á s de los
matorrales , se quedaban quietos tomando el sol encima de
una roca o hacían carreras con sus amigos y amigas a
ver quién llegaba antes a uno de los á rboles que había en
aquel lugar . Ese á rbol era un á rbol precioso : una gran
encina con unas enormes ramas que parecían estar
saludando al suelo y al cielo a la vez .
3. Las lagartijas y lagartijos
m á s viejos de por allí
habían escuchado contar
a sus abuelos y
bisabuelos que aquella
encina llevaba allí
cientos y cientos de
años y era para todos el
á rbol m á s deseado para
vivir
¡Todas las lagartijas y
lagartijos soñaban con
tener una cueva en la
encina m Pepa , igual que su amigo Emilio , vivían
La lagartija á s bonita de
cada unodehesa ! cueva pequeña en una encina que
toda la en una
tampoco era demasiado grande y que casi no tenía luz
ni espacio suficiente . Pero… ¡claro ! Irse a vivir a
aquella gran encina .. ¡Eso era sólo un sueño !
4. A la lagartija Pepa le
encantaba colocarse en una
piedra que había muy cerca de
aquel gran á rbol , tomar el sol y
desde allí mirarlo durante horas
Adem á s , siempre hablaba
mucho tiempo con todas las
lagartijas y lagartijos que
pasaban por allí .
P or eso , el día que la vieja
lagartija Juana – que vivía en la
gran encina hacía muchos años
– le dijo a Pepa que se había
puesto enferma y que se iba a
vivir a otra encina m á s pequeña
con su hija , Pepa le preguntó
enseguida si ella podría irse a
vivir a la preciosa cueva que se
quedaba libre . Juana le dijo que
sí , que no había ningún
problema .
5. E ntonces Pepa - loca de contenta - corrió casi sin tocar el suelo ,
como hacen todas las lagartijas , hasta su casa de siempre en la
otra encina muy pequeña y volvió como una exhalación cargada
con todas sus cosas para colocarlas en su nueva casa .
La lagartija Pepa y el
lagartijo Emilio siempre habían
hablado de que algún día se
irían a vivir juntos porque lo
pasaban muy bien los dos y
disfrutaban con las mismas
cosas : tomar el sol , hacer
carreras , leer libros de
animales , acercarse al pueblo
de al lado a ver a sus amigos
que vivían por allí , charlar
todos juntos , mirar juntos el
atardecer , escuchar juntos el
ruido de los truenos cuando
llegaba una gran tormenta .
6. Así que la lagartija
Pepa pensó que este
era el momento de
decirle a Emilio si
quería que vivieran
juntos . La cueva era
preciosa pero muy
grande y entre los dos
sería mucho m á s f á cil
de ordenar y de limpiar
y adem á s podrían
compartir los
atardeceres y los
amaneceres que ahora
cada uno contemplaba
Emilio se su cueva . a esa nueva cueva que desde ahora
solo desde trasladó
sería de los dos . ¡Estaban contentísimos !
¡Comenzaban una nueva vida juntos y eso era maravilloso !
7. Pero las cosas no fueron como la lagartija Pepa
esperaba .
Todas las mañanas el lagartijo Emilio salía a tomar
el sol como siempre , a dar un paseo con otros
lagartijos y lagartijas por la dehesa , a subirse a las
encinas y a jugar al escondite como lo había hecho
siempre . Lo pasaba muy bien . Pero ¡claro ! Cuando
llegaba a la cueva estaba tan cansado que comía
cualquier cosa y salía a dormir a una de las ramas
cercanas a la cueva y allí pasaba otras dos o tres
horas hasta que descansaba y de nuevo se iba a
jugar con sus amigos y amigas y luego , a contemplar
la puesta de sol que desde que vivía allí era algo
que no se perdía ni una sola tarde .
8. Mientras tanto , la lagartija Pepa , ordenaba la cueva y la
limpiaba para que todo estuviera impecable y no hubiera nada
sucio ; salía a buscar provisiones y preparaba la comida para
los dos . Y ¡claro ! Cuando terminaba de hacer todo eso ya se
había pasado toda la mañana y también se habían pasado las
mejores horas de sol .
Pepa ya no podía hacer
ninguna de las cosas que
le gustaban y de las que
antes podía disfrutar
cuando tenía una cueva
pequeña y vivía ella sola .
Sus amigos y amigas la
echaban de menos y a
veces iban a visitarla para
preguntarle por qué ya no
hacía carrera con ellos , por
qué no salía a tomar el sol
a la roca grande , por qué
no paseaba por la dehesa…
9. La lagartija Pepa les explicaba que tenía demasiado trabajo ,
que la cueva era demasiado grande y para que estuviera
ordenada y limpia debía trabajar mucho .
Un día , cuando el lagartijo Emilio se encontraba tomando el
sol y Pepa estaba limpiando como siempre , el lagartijo
Manuel – que siempre había sido amigo de Pepa - se acercó
hasta la cueva y le dijo :
- Pepa , yo creía que serías feliz cuando te vinieras a la
encina grande porque ese era uno de tus sueño , pero sin
embargo no eres feliz porque no te da tiempo a hacer las
cosas que te gustan . ¿Por qué no hablas con Emilio y le
dices que él tiene que limpiar la cueva contigo y así los dos
tendréis tiempo de salir a tomar el sol y a hacer carreras?
10. Pues sí , creo que tienes razón . Voy a hablar
con él porque creo que así no quiero seguir .
11. Pero a Emilio prefería jugar con las dem á s
lagartijas y no le importaba que la casa
estuviera desordenada y tampoco le apetecía
buscar provisiones o hacer la comida . Así que
la lagartija Pepa empezó a ponerse cada vez
m á s triste . Esa no era la vida que había
soñado . Ella quería mucho al lagartijo Emilio
pero no quería seguir así .
12. Entonces , despues de hablar con Emilio una y otra
vez y viendo que todo iba a seguir igual , la lagartija
Pepa tomó una decisión difícil :
Pensó que lo mejor sería irse a vivir a la pequeña
cueva en la que vivía antes ella sóla . Cogió su maleta
y se marchó contenta por haberse dado cuenta que lo
importante no era tener una cueva grande o estar
acompañada , sino ser feliz . ¡Y desde ese momento lo
sería !
FIN