1. CORPORACIÓN UNIVERSITARIA ADVENTISTA
Facultad de Educación
Licenciatura en educación básica con énfasis en humanidades, lengua castellana e idioma
extranjero: inglés
La risa de Martín
Presentado por:
Angela Patricia Echeverry
Código: 20132026343
Presentado a:
Rafael Reina
Medellín, Colombia
2015
2. La risa de Martín
En algún lugar del mundo estaba la Señora Blanca tratando de luchar por lo de su nuevo embarazo,
ya que por indicios médicos era algo bastante complicado.
En cierta ocasión le habían dicho que ¡no podía tener más hijos! Porque su cuerpo ya no estaba
preparado para ello.
Como causa común, a los tres años de este diagnóstico y recordándolo de manera no tan
convencida, quedó embarazada de Martín.
Pasaron los nueve meses de gestación que sin lugar a dudas fueron ¡bastante caóticos! Ya se habían
cumplido las 40 semanas, era un momento muy anhelado, todos esperaban conocer a Martín,
pero… las cosas se complicaron para ella.
De acuerdo al diagnóstico médico ella no tenía dolores, lo que sentía era mucha calor, por lo tanto
en forma exagerada empezó a sudar y esto no le permitía descansar tranquilamente. Sin más
preámbulo pasó a la semana 41, aún no sentía ninguna molestia, o síntoma, o inconvenientes en su
embarazo.
Angustiado, su esposo le dijo, ¡es hora de ir al médico! para saber por qué Martín aun no nace.
– Bien, iré el viernes a la clínica
- contestó ella.
Su esposo replica nuevamente:
- esposa mía ¡vamos!
Ella toma su maleta y él angustiado por lo que veía venir, sube al auto y se dirigen a la ciudad más
cercana para presentarse a la unidad de salud.
Pasó el día viernes, sábado y domingo y aún no sentía dolores. Un médico dice: es el momento de
inducir el parto, ella acongojada buscaba la compañía de su madre, pero no fue imposible que
entrara, pues era privado el lugar y solo eran atendido casos de emergencia.
Pasaron nueve horas de la inducción del parto.
¡Uh!, exclamó, ¡Martín aún no nace! ¿Qué pasará?
En ese instante la Señora Blanca recordó lo que el médico le había dicho cierta vez.
¡Tu cuerpo ya no está capacitado para otro embarazo!
Las cosas se complicaron. Al momento de inducir el parto; el niño se forzó mucho para nacer y no
pudo lograrlo porque era muy pequeñito. Por ende a la Señora Blanca le hicieron cirugía, pero…
ocurre algo extraño; al momento de nacer el niño no lloró, su cuerpecito estaba ensangrentado y
algo moreteado.
La Señora Blanca seguía prácticamente desorientada por lo que había acabado de pasar.
3. Perdida entre el dolor y la desesperación escuchó a un médico que decía:
- ¡ha llegado el momento de trasladar al bebé a un hospital de mayor nivel!
- Diciendo ella: No encuentro ninguna solución, pareciera que este niño viviera sin vivir.
En ese momento revisaron al bebé y tenía deficiencia respiratoria y la circulación sanguínea estaba
a un ritmo acelerado. Ciertamente era necesario llevarlo a la incubadora por un buen tiempo. Ya que
parecía a una pequeña estatua, sin color y sin sentido de vida.
Pasaron los días y la Señora Blanca en su estado de recuperación y angustiada por lo que estaba
sucediendo, no podía digerir alimentos, lo que fue una causa grave para su recuperación, por lo que
el bebé no daba señales de mejoramiento, luego de un tiempo, aunque las cosas no marchaban de la
mejor manera, fue posible regresar a casa.
En el silencio que se presenciaba en su hogar ella recordaba lo que había sucedido antes de ir a la
clínica, el temor que había invadido todo su ser, ahora ya no eran tres hijos, había una personita más
por la cual luchar y salir adelante.
A unos pocos días de llegado Martín a casa, él empieza a crecer de forma extraña, no era normal
que a los quince días de nacido hubiese crecido casi dieciséis centímetros, parecía a un cavernícola,
lo cual produjo preocupación ya que empezó nuevamente a tener deficiencia respiratoria lo cual
trastornaba su salud, debido a ello volvieron a la clínica.
- El médico Robert le dijo:
Señora Blanca el bebé presenta problema de tiroides, es el momento de que sigan estrictamente las
siguientes indicaciones.
Ella angustiada se detuvo a pensar “Dios tu eres el único, que me puedes ayudar en esta situación”
Saliendo de la clínica, con una orden de estricta alimentación para ella y algunos medicamentos
para Martín, se va para su casa y deja todo en manos de Dios.
Algo desesperada y sin saber cómo dominar sus sentimientos, empezó a buscar contactos que la
ayudaran a sobrellevar su condición.
En ese preciso momento se encontró con su hermana Gloria, quien al verla en su desgarrada
condición, la invitó a su casa para que se tranquilizara un poco. Luego de comentarle lo que le había
dicho el médico, ella se fue para su casa un poco más serena.
Al día siguiente Gloria empezó a buscar a sus amigos para explicarles la situación por la que estaba
pasando su hermana lo que sin lugar a dudas trajo una gran sorpresa, pues todos estuvieron
dispuestos a colaborarles, unos con dinero, otros traían animales de sus fincas para que los
vendieran y pudieran sacar provecho de ello para ayudar a Martin.
Indiscutiblemente al poco tiempo el bebé fue llevado al mejor centro pediátrico de la ciudad donde
le realizaron un estricto tratamiento.
A la vuelta de cuatro largos meses y de ardua dedicación todo marchaba mejor, el bebé empezó a
desarrollarse normalmente, su respiración se reestableció satisfactoriamente. Debido a su buen
4. avance en la clínica, Martín regresó a casa y todos felices de ver su tan magnífica recuperación
volvieron a sonreír y nada los hace más felices que la risa de Martín.
FIN
ANGELA ECHEVERRY