Un grupo de amigos conversaba sobre sus sueños. Cuando Leunam contó su sueño de ser astronauta, Mairim no le prestó atención y en cambio usó su celular. Sus otros amigos apoyaron a Leunam. Cuando fue el turno de Mairim de contar su sueño, sus amigos se mostraron sorprendidos pero no dijeron nada. Más tarde, la hermana de Mairim le aconsejó que debía ser más tolerante y respetuosa al escuchar los sueños de los demás para que también la escucharan a ella. Mairim aprendió la lección

1. CUENTO DE LA TOLERACIA EN LA COMUNICACIÓN.
Había una vez, en una ciudad llamada Hogsmade, un grupo de amigos llamados Ochnap Nauj, Enelida, Mairim
y Leunam conversaba muy animadamente sobre lo que les gustaría hacer a cada uno de ellos.
Leunam esta contando sobre su sueño de convertirse en un gran astronauta, todos lo estaban escuchando
atentamente menos Mairirm, a quien le parecía totalmente ridículo, ella pensaba que eso tendría que ser
imposible, así que decidió en vez de escucharlo, ponerse a mandar y recibir mensajes con su celular ignorándolo
completamente.
Cuando Leuman termino de contarles a sus amigos, Ochnao Nauj y Enelida, le dijeron que admiraban su visión
ya que era muy difícil que lo consiguiera, pero le dijeron que contara con ellos para todo.
Al llegar el turno de Mairim, ella les empezó a contar que le gustaría dejar la escuela, conseguirse a un marido
millonario que la mantuviera y que al fin alguien se daría cuenta de su talento y la lanzaría al estrellato, seria
una artista muy rica y hermosa a quien todos amarían. Sus compañeros quedaron estupefactos al oír lo que ella
tenia planeado, pensaron de inmediato que eso seria como buscar una aguja en no uno, sino en mil pajares juntos;
sin embargo no dijeron nada, lo cual para Mairim no paso desapercibido y les reclamo, sobre su falta de atención.
Ellos muy tolerantes le explicaron que le habían puesto toda la atención que se podía merecer; ella no lo
entendió, así que lo dejo pasar.
Al llegar a casa y contarle a su hermana lo sucedido, ella se quedo muy preocupada pues ella no había prestado el
mas mínimo interés desde que le conto lo desagradable que había sido la historia de Leunam; su hermana muy
sabia al final de pretender que escuchaba los sueños le dijo: “Nadie jamás te prestara atención, si tu no estas
disponible a darla, aunque lo que estés escuchando no sea de tu agrado, nadie te garantiza que lo que tu vallas a
decir después sea algo que los demás quieran escuchar, así que a la próxima se tolerante y respetuosa”.
Eso basto para que Mairim se diera cuenta de su error, decidió que desde ese preciso momento seria tolerante y
respetuosa con todos, pidió perdón a Launam y todo quedo olvidado.
Por: María Isabel Torres Franco