Un oso pobre y hambriento se hizo amigo de una tortuga después de que ella le diera una manzana. Mientras jugaban, fueron capturados por una bruja malvada. La tortuga ideó un plan para escapar tomando las llaves de la puerta mientras la bruja dormía. El oso y la tortuga regresaron a salvo a la casa del oso y agradecieron a Dios por su amistad y hogar.