Este cuento trata sobre el verano, una estación que le encanta hablar con el sol. Un día, mientras el verano hablaba sin parar con el sol en la playa, una nube aprovechó la distracción del sol para cubrirlo. La gente se fue de la playa sin sol. El verano se disculpó con el sol, admitiendo que hablar demasiado no es bueno y prometiendo no distraerlo más cuando trabaja. El sol lo perdonó.