Luisa de Marillac Animadora de las Cofradías de la Caridad
Cuento magico
1. CUENTO MÁGICO
En el principio de todos los principios, es decir cuando el hombre
aún no había colocado un pie sobre la faz de la tierra, un
hermosísimo día se encontraron todos los sentimientos,
cualidades y defectos que hoy día poseemos.
Es decir, se encontró la tristeza, la lujuria, la pasión, la
ensoñación, el amor, la locura, la mentira, la ternura, la pereza, el
odio, la confianza, la esperanza, y todas esas cosas raras que a
uno se le meten.
Entonces, la locura que por lo general siempre ha sido loca, le
dijo a las demás:
• ¡oigan muchachos! ¿Por qué no jugamos al escondite?
Pregunto la intriga toda intrigada
• ¿Qué es eso?.
• El escondite es un juego que me he inventado para cuando
crezcan los niños, Uno cuenta de uno en uno hasta un millón
y mientras tanto los demás se esconden en cualquier parte
del universo, cuando termina uno de contar sale a buscar a
los jugadores y al primero que encuentre le corresponde
contar nuevamente y así hasta que termine el juego.
• Entonces, la ternura que por lo general a sido tierna le dijo:
• Bueno entonces empieza tú a contar.
Y empezó la locura a contar… Uno, dos, tres, cuatro,… y
todos empezaron a esconderse en algún lugar del universo.
2. La pereza que por lo general ha sido perezosa se escondió
detrás de una piedra que estaba cerca de donde la locura
estaba contando, la ensoñación detrás de la luna, la pasión
en el fondo de los volcanes, la mentira detrás del arco íris,
la tristeza en el fondo de los mares.la esperanza en el azul
del cielo, la ilusión detrás de las estrellas, la delicadeza en
los pétalos de las flores, la ternura en el roció del campo, y
así cada uno se iba escondiendo en un lugar del universo.
Cuando la locura ya estaba por terminar, el amor aun no
hallaba donde esconderse y cuando presintió que era el
final, se escondió detrás de los rosales; entre las espinas.
Y la locura dijo:
• Novecientos noventa y nueve mil y un millón. Y salió a
buscar.
A la primera que encontró, fue lógicamente a la pereza que
estaba allí cerca, luego encontró a la ensoñación que estaba
detrás de la luna, a la mentira detrás del arco iris, a la pasión en
el fondo de los mares, la ilusión detrás de las estrellas y a todas
las cosas habidas y por haber en cualquier parte del universo,
Pero al que no podía encontrar por ningún lugar, era al amor. Se
preguntaba:
• ¿Dònde habría podido esconderse? Si hasta el cielo y
el infierno había ido a buscar.
Hasta que al fin dijo:
• ¡ya se… en el rosal!.
3. Al llegar allí a buscar al amor y por miedo a espinarse, la locura
cogió un palo en forma de horqueta y hurgò duro dentro del
rosal, cuando de pronto de adentro del rosal se escuchò un grito.
La locura muy emocionada gritaba.
• ¡encontré el amor, encontré el amor!.
Y si, ahí estaba el amor, pero con el palo la locura le había sacado
los ojos al amor, al darse cuenta la locura de lo que había hecho,
desesperada le pidió al amor que la perdonara, que ella lo había
hecho sin culpa y que para remediar en algo lo sucedido lo único
que podría hacer era servirle de lazarillo por toda la eternidad.
Los demás, conmovidos por lo que había pasado decidieron dar
parte de si mismos al amor. Y desde ese día gracias al bendito
juego del escondite, el amor tiene un poco de cada uno de los
sentimientos, cualidades y defectos que existen sobre la faz de
la tierra, pero sobre todo desde ese día el amor es ciego y anda
acompañado de la locura!.
4. OTRA FORMA DE MORIR
Haga el ensayo, pregunte a una persona cercana a sus afectos,
qué haría si un médico le dijera que le quedan quince días de vida.
Respuesta probable: “no hable de eso”.
Insista, pregunte nuevamente. Respuesta casi segura: “trataría
de disfrutar al máximo esos quince días. Trataría de que
aprovecháramos cada segundo, me preocuparía por la calidad de
nuestra relación durante esos quince días”.
Su siguiente pregunta: por que esperar entonces a que nos
queden quince días de vida? ¿Por qué no empezar ya? Por qué no
preocuparnos desde este mismo instante por la calidad y calidez
de nuestra relación.
Uno debe vivir siempre como si no se fuera a morir nunca, pero al
mismo tiempo como si le quedara un día de vida. La presencia
permanente de la muerte, lejos de generar una actitud macabra o
pesimista, es la conciencia de que la vida es un recurso natural
limitado. Renovable si, pero con otros.
Veinticinco mil días son un poquito más de 68 años. 30 mil días,
82 años; bastante por encima del promedio, 25 mil días parece
mucho, pero si cada uno, desde que nacemos, ahorramos un peso
diario, el día que muramos, vamos a tener 25 mil pesos ; apenas
para la cuota inicial del cajón o para pisarle el trato a la señora
que canta en el entierro….
5. GRIFO ABIERTO
Lo más probable es que la mayoría de cuantos lean esta nota, ya
habrán vivido buena parte de los 20 o 30 mil días con que
contaban cuando nacieron.
De allí que sea valido que a uno no le preguntaran: ¿cuántos años
tiene? Sino ¿cuántos se ha gastado?
Retornemos a lo del recurso limitado. Cuando pensábamos que el
agua, el aire y los bosques eran infinitos nos dedicábamos a
desperdiciarlos, a botarlos, como si de verdad fueran infinitos.
Hoy valoramos más cada hectárea de bosque, cada litro de agua
y cada metro cúbico de aire, hoy sabemos que se agotan. Hoy hay
más de una ciudad en el mundo donde con frecuencia prohíben el
transito de carros (y a veces hasta de personas) en ciertos días,
porque ya no hay mas aire respirable, ejemplo Ciudad de México,
Tokio, Santiago…
¿Quién conoce un rio donde pueda uno bañarse sin temor a la
contaminación? ¿Cuántas hectáreas de bosque primario quedan
todavía?.
Cuando pensamos que la vida es infinita, nos dedicamos a
desperdiciarla: dejamos abierto el grifo de la vida y sin darnos
cuenta se nos va por entre el sifón.
Cuando quitan el agua, nos lavamos los dientes y las manos con
medio vaso: cada sorbo es delicioso, cada gota es “EL AGUA”
No se trata de hacer un elogio a la hiperactividad, ni de
cohonestar con el famoso principio de que “el tiempo es oro”,
6. sobre el cual, interpretado textualmente, se funda la cultura
del éxito en términos de pesos.
7. DIAS SIN VIVIR
Por el contrario, si es del caso, se trata de rescatar ese
“derecho a la pereza” que reclamara Paul Lafarge, el yerno de
Karl Marx. Se trata de saborear cada instante de actividad y
cada instante de soledad y cada instante de compañía y cada
instante de pereza, como si cada uno fuera, como de hecho lo es
- único e irrepetible-.
Una de las razones por las cuales nos resulta tan dolorosa la
muerte de una persona cercana, es por la cantidad de cosas que
dejan sin decirse, por la cantidad de sentimientos que
hubiéramos querido haber expresado, pero nunca nos atrevimos
a decirlos; por la cantidad de cosas que hubiéramos querido
haber oído y nunca nos dijeron; por la cantidad de momentos
valiosos que se fueron por el sifón; por la cantidad de caricias
que se nos quedaron enredadas entre los dedos.
Algunas veces se nos aparecen los muertos en los sueños, y
tratamos de asirlos, de retenerlos, de saldar esas cuentas
pendientes de afectos antes de que se desvanezcan.
Sin embargo, cuando nos encontramos con los vivos, callamos,
aplazamos… somos nosotros quienes nos disolvemos en nuestras
propias brumas…
En los días no vividos…
Valorar la existencia cotidiana y aprovechamiento de cada
segundo, es efecto de la guerra o de cualquier otra calamidad.
GUSTAVO WILCHES - CHAUX
8. SI EL MAÑANA NUNCA LLEGA
Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de
trapo me y regalara un trozo de vida, posiblemente no diría todo
lo que pienso, pero en definitiva pensaría todo lo que digo. Daría
valor a las cosas no por lo que valen sino por lo que significan.
Dormiría poco, soñaría más, entiendo que por cada minuto que
cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz. Andaría
cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás
duermen, escucharía cuando los demás hablan, y como disfrutaría
de un buen helado de chocolate.
Si Dios me obsequiara un trozo de vida vestiría sencillo, me
tiraría de bruces al sol, dejando no solo descubierto mi cuerpo
sino mi alma.
Dios mío, si yo tuviera un corazón, escribiría mi odio sobre el
hielo y esperaría a que saliera el sol. Pintaría con un sueño de
Van Gogh sobre las estrellas un poema de Benedetti, y una
canción de Serrat seria la serenata que le ofrecería a la luna,
regaría con mis lagrimas las rosas para sentir el dolor de sus
espinas y el encarnado beso de sus pétalos…
Dios mío si yo tuviera un trozo de vida, no dejaría pasar un solo
día sin decirle a la gente que quiero, que la quiero, convencería a
cada mujer u hombre que son mis favoritos y viviría enamorado
del amor.
A los hombres le probaría cuan equivocados están al pensar que
dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen
9. cuando dejan de enamorarse!. A un niño le daría alas pero
dejaría que el sòlo aprendiese a volar. A los viejos les enseñaría
que la muerte no llega con la vejez sino con el olvido. Tantas
cosas he aprendido de ustedes los hombres, he aprendido que
todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña sin saber
que la verdadera felicidad esta en la forma de subir la
escarpada, he aprendido que cuando un recién nacido aprieta con
su pequeño puño por primera vez el dedo de su padre, lo tiene
atrapado para siempre.
He aprendido que un hombre solo tiene derecho de mirar a otro
hacia abajo cuando ha de ayudarle a levantarse, son tantas cosas
las que he podido aprender de ustedes, pero realmente de
mucho no habrán de servir porque cuando me guarden dentro de
esa maleta, infelizmente me estaré muriendo.
Siempre di lo que sientes y haz lo que piensas, si supiera que hoy
fuera la última vez que te voy a ver dormir, te abrazaría
fuertemente y rezaría al señor para poder ser el guardián de
tu alma. Si supiera que hoy es la última vez que te veo salir por
la puerta, te daría un abrazo, un beso y te llamaría de nuevo
darte màs. Si supiera que hoy es la última vez que voy a oír tu
voz, gravaría cada una de tus palabras para poder oírlas una y
otra vez indefinidamente. Si supiera que estos son los últimos
minutos que te veo diría “te quiero “, y no asumiría tontamente
que ya lo sabes.
Siempre hay un mañana y la vida nos da otra oportunidad para
hacer las cosas bien, pero por si me equivoco y hoy es todo lo que
nos queda, me gustaría decirte cuanto te quiero y que nunca te
olvidare.
10. El mañana no le esta asegurado a nadie, joven o viejo, hoy puede
ser la ultima vez que veas a los que amas. Por eso no esperes no
esperes mas, hazlo hoy, ya que si el mañana nunca llega,
seguramente lamentarás el día que no tomaste tiempo para una
sonrisa, un abrazo, un beso y que estuviste muy ocupado para
concederles un ultimo deseo. Mantén a los que amas cerca de ti,
diles al oído lo mucho que los necesitas, quiérelos y trátalos bien.
Toma tiempo para decirles “te quiero”, “perdóname”, “por favor”…
gracias.
Hazlo tu que eres una persona, que tienes el don divino de tener
vida, yo tristemente no lo puedo hacer, pues solo soy un muñeco
de trapo…