Cuento infantil para trabajar en el área de literatura con alumnos de nivel primario como una forma diferente de abordar la materia a través del uso de las tics.
Cuento infantil para trabajar en el área de literatura con alumnos de nivel primario como una forma diferente de abordar la materia a través del uso de las tics.
Un día de primavera dos tortugas, una se llamaba Arturo y otra Clementina, se conocieron y ese mismo día descubrieron que estaban enamorados.
Pescaban juntos para la cena, pero un día Arturo decidió pescar solo para que Clementina descansara. Cuando Arturo volvió ella le dijo que se había aburrido sin él y Arturo contestó que hiciera algo, que aburrirse era de tontos. Clementina le dijo a Arturo que quería tocar la flauta, que así se entretendría, pero Arturo le contestó que no sabía distinguir las notas, así que le regaló un tocadiscos.
Clementina se empezó a aburrir con el tocadiscos y un atardecer, junto a la orilla, dijo que quería pintar y Arturo se burlaba diciendo que no era artista.
Clementina pensaba que si decía más tonterías Arturo se cansaría de tener una mujer (tortuga) tan tonta.
Pocos días después Arturo se presentó con un cuadro y se lo añadió a su montaña de objetos.
La carga de Clementina era cada vez más alta, tan alta que hacía ya tiempo que se había convertido en un rascacielos.
Un día de primavera Clementina se dio cuenta de que eso no podía seguir así, por lo que salió de la casa a dar un paseo, le pareció hermoso pero muy corto porque cuando volviera Arturo debía encontrarla allí, como siempre, esperándole.
Pero poco a poco el paseíto fue convirtiéndose en una costumbre y cada vez se sentía más feliz. Arturo le decía de qué se reía y que parecía tonta, aunque a Clementina eso ya no le importaba. Y cada vez que Arturo se daba la vuelta la veía más extraña.
Un día Arturo se encontró la casa vacía y se enfadó muchísimo y años más tarde seguía contándoles a sus amigos que Clementina era una ingrata, con los de tesoros que tenía.
Cómic realizado por estudiantes de maestría de la Educación de la Universidad San Buenaventura de Bogotá, donde emplearon el cuento Pastorcita perdió sus ovejas del escritor infantil Rafael Pombo. Creado en noviembre de 2013
Un día de primavera dos tortugas, una se llamaba Arturo y otra Clementina, se conocieron y ese mismo día descubrieron que estaban enamorados.
Pescaban juntos para la cena, pero un día Arturo decidió pescar solo para que Clementina descansara. Cuando Arturo volvió ella le dijo que se había aburrido sin él y Arturo contestó que hiciera algo, que aburrirse era de tontos. Clementina le dijo a Arturo que quería tocar la flauta, que así se entretendría, pero Arturo le contestó que no sabía distinguir las notas, así que le regaló un tocadiscos.
Clementina se empezó a aburrir con el tocadiscos y un atardecer, junto a la orilla, dijo que quería pintar y Arturo se burlaba diciendo que no era artista.
Clementina pensaba que si decía más tonterías Arturo se cansaría de tener una mujer (tortuga) tan tonta.
Pocos días después Arturo se presentó con un cuadro y se lo añadió a su montaña de objetos.
La carga de Clementina era cada vez más alta, tan alta que hacía ya tiempo que se había convertido en un rascacielos.
Un día de primavera Clementina se dio cuenta de que eso no podía seguir así, por lo que salió de la casa a dar un paseo, le pareció hermoso pero muy corto porque cuando volviera Arturo debía encontrarla allí, como siempre, esperándole.
Pero poco a poco el paseíto fue convirtiéndose en una costumbre y cada vez se sentía más feliz. Arturo le decía de qué se reía y que parecía tonta, aunque a Clementina eso ya no le importaba. Y cada vez que Arturo se daba la vuelta la veía más extraña.
Un día Arturo se encontró la casa vacía y se enfadó muchísimo y años más tarde seguía contándoles a sus amigos que Clementina era una ingrata, con los de tesoros que tenía.
Cómic realizado por estudiantes de maestría de la Educación de la Universidad San Buenaventura de Bogotá, donde emplearon el cuento Pastorcita perdió sus ovejas del escritor infantil Rafael Pombo. Creado en noviembre de 2013
1. PASTORCITA(RAFAEL POMBO)
Pastorcita perdió
sus ovejas
¡Y quién sabe por
dónde andarán!
-No te enfades, que
oyeron tus quejas
Y ellas mismas bien
pronto vendrán.
Y no vendrán
solas, que traerán
sus colas,
Y ovejas y colas
gran fiesta darán.
2. …Y SOÑANDO LAS OYE BALAR…
Pastorcita se queda
dormida,
Y soñando las oye
balar;
Se despierta y las
llama en seguida,
Y engañada se
tiende a llorar.
No
llores, Pastora, qu
e niña que llora
Bien pronto la
oímos reír y cantar.
3. …DEJARON LAS COLAS DETRÁS…
Levantóse
contenta, esperando
Que ha de verlas bien
presto quizás;
Y las vio; mas dio un
grito observando
Que dejaron las colas
detrás.
¡Ay mis ovejitas!
¡Pobres raboncitas!
¿Dónde están mis
colas? ¿no las veré
más?
4. …CARGADITO DE COLAS HALLÓ…
Pero andando con
todo el rebaño
Otro grito una tarde
soltó,
Cuando un gajo de un
viejo castaño
Cargadito de colas
halló.
Secándose al
viento, dos, tres, has
ta ciento,
¡Allí unas tras otra
5. …PARA TANTO RABÓN REMENDAR…
Dio un suspiro y un
golpe en la frente,
Y ensayó cuanto pudo
inventar,
Miel, costura, variad
o ingrediente,
Para tanto robón
remendar;
Buscó la colita de
cada ovejita
Y al verlas como
antes se puso a
bailar.