El ciberacoso o ciberbullying se caracteriza por el anonimato del acosador, la repetición del acoso a través de múltiples plataformas digitales, y la participación de diversos roles como agresor, víctima, reforzador y defensor. Existen diferentes tipos de ciberbullying como la exclusión, el hostigamiento y la manipulación de información de la víctima a través de medios como ordenadores, teléfonos móviles y redes sociales.