El documento habla sobre varios pasajes bíblicos en los que Jesús usa su palabra para sanar a personas. En Marcos 4:39, Jesús calma una tormenta diciendo "Calla, enmudece". En Lucas 7, Jesús sana al siervo de un centurión diciendo "di la palabra". Y en Mateo 8:3, Jesús sana a un leproso diciendo "Quiero; sé limpio". Todos estos pasajes muestran cómo la palabra de Jesús tiene poder para sanar.