Este pasaje bíblico del libro de Daniel describe una serie de conflictos y guerras entre reyes del sur y del norte. Un rey se ensoberbecerá y no respetará a ningún dios, sino que adorará a un dios desconocido por sus padres. Más adelante, el rey del sur contendrá con él y el rey del norte se levantará contra él con un gran ejército. Finalmente, se profetiza que Miguel se levantará para liberar al pueblo de Dios durante un tiempo de angustia.