La limpieza hospitalaria es fundamental para controlar las infecciones. Todo el ambiente del paciente debe someterse a una limpieza rigurosa realizada por personal capacitado. La limpieza consiste en remover polvo, manchas y objetos para reducir la carga microbiana. Se debe iniciar por las zonas menos sucias y avanzar hacia las más sucias. Superficies como paredes, ventanas, manijas y áreas horizontales requieren limpieza regular.