El documento compara objetos comunes como una pelota de baloncesto, un lápiz o pan y pescado en las manos de personas ordinarias frente a las manos de figuras históricas como Michael Jordan, William Shakespeare o Jesús para mostrar cómo el valor o el uso de dichos objetos depende de quién los sostiene. Finalmente, anima al lector a poner sus preocupaciones y sueños en las manos de Dios, recordando que depende de quién son las manos.