Los derechos fundamentales pretenden proteger a los individuos frente al Estado y otros individuos, garantizando la libertad para desarrollar la personalidad. Fueron reconocidos por los primeros estados liberales y recogidos en la Constitución española de 1978 para limitar el poder del Estado. Algunos derechos personales fundamentales incluyen el derecho a la vida, la integridad física y moral, la libertad ideológica, la intimidad personal y familiar, la propiedad privada y la libertad de empresa, residencia y expresión.